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Romper el círculo

Blake Lively y la polémica inesperada

La última película de la actriz ha generado numerosas críticas por su "burla" de la violencia de género.

Blake Lively en la premier de su nueva película. Evan Agostini/Invision/APAP

Frívola, superficial y poco empática son tan solo algunos de los calificativos con los que se ha definido, en los últimos días, a Blake Lively con la trágica realidad que afronta su personaje –la violencia de género– en su último trabajo: «Romper el círculo».

El film es una adaptación audiovisual de la novela de Colleen Hoover, una obra autobiográfica en la que la autora relata los malostratos que recibió durante su infancia por parte de su padre, una violencia que la ha acompañado posteriormente en sus relaciones. Se ha traducido a más de veinte idiomas y se han vendido ya millones de ejemplares. Por su parte, la película, producida por la propia actriz y el director de la misma, Justin Baldoni –que además también compró los derechos del libro en 2019– ha recaudado ya más de 200 millones de euros, desde su entreno. Un éxito similar al de «Barbie», el verano pasado.

Coincidiendo con el estreno de la película, la primera polémica se produjo cuando la protagonista de la serie «Gossip Girl» anunció que iba a vestir ropa con un estampado de flores, para hacer así un guiño a la protagonista de la película, Lily Bloom, que, además de ser maltratada por su pareja, tiene una floristería. Algo que los incondicionales fans de la novela sintieron como una «frivolidad».

Pero la crítica más visible es la que le ha hecho la propia Lively, que asegura que se sintió menospreciada después de que el actor se interesase por su peso. El intérprete de «Jane the Virgin» debía levantar en alguna escena a la actriz y se habría mostrado preocupado debido a sus problemas de espalda. Lively dio a luz el pasado año a su cuarto bebé junto a Ryan Reynolds y la pregunta la habría provocado inseguridad como mujer además de sentirse blanco del «fatshaming» (definido en el Cambridge Dictionary como la acción de «criticar a alguien en base a su forma, talla o apariencia de su cuerpo»).

En cualquier caso, fans y no fans de la actriz consideran que ha cruzado la línea roja. A pesar de su popularidad, de formar una de las parejas más influyentes y estables del siglo XXI junto al protagonista de «Deadpool & Wolverine» y de ser íntima de Taylor Swift (lo cual perdona casi todo), la balanza de la crítica no se inclina de su lado: ha jugado con una lacra creciente con la que ya nadie se atreve, ni se debe, bromear.

Una usuaria en X resumía el sentimiento popular: «Sea lo que sea que pase con ‘‘Romper el círculo’’, lo que es raro de verdad es que Blake Lively haya convertido su tour promocional de una película sobre maltrato machista en una manera de fortalecer su estatus como icono de moda y de ‘‘power couple’’ junto a Ryan Reynolds».

En lo que llevamos de año, las víctimas de violencia de género en nuestro país son ya 29 y no parece que esta tendencia vaya a disminuir por el momento. Por eso, la historia de Lily Bloom debería entenderse como una oportunidad única para poner el foco de atención sobre un problema, de máxima importancia, que nos atañe a todos.