Ya han pasado más de cuatro meses desde que el hermano de Begoña Villacís fue asesinado en el madrileño distrito de Fuencarral-El Pardo. Ocurrió el 4 de junio, cuando Broja recibió varios disparos desde un coche en el que se encontraba Kevin Pastor, el supuesto culpable.

El suceso conmocionó a buena parte de la opinión pública y dejó sumida a la familia Villacís en una profunda pena y angustia. “Mi familia nunca volverá a ser la misma, está rota para siempre. Mis padres han enterrado a un hijo, mi hermano. Yo no puedo, de verdad que sigo sin poder creer que no lo voy a volver a ver”, lamentó la otrora vicealcaldesa de Madrid en una carta abierta publicada sus redes sociales.

Ese fue el último post que compartió sobre la muerte de su hermano en su cuenta oficial de Instagram, y uno de los pocos más que ha publicado desde entonces. Villacís ha reducido considerablemente su actividad en las plataformas digitales, una decisión cuyas razones ahora explica mediante una significativa reflexión y una imagen que vale más que mil palabras.

“Me preguntaba una amiga por qué había bajado tan drásticamente mis publicaciones. Pasa cuando decides vivir más para tí que para otros. Esta imagen que capté ayer paseando por Lavapiés me ha recordado esa reflexión”, dice Villacís junto a la ilustración de un niño que literalmente vomita redes sociales.

El asesinato de su hermano supuso un duro golpe para ella del que todavía se está recuperando, pero no hay mal trago que no deje una lección, y parece que la de Villacís pasa por aprovechar cada momento y exprimirlo al máximo sin pararse a preocuparse de lo que los demás -o sus seguidores- piensen de ella.

Son sus familiares, desde su madre a sus hijos, pasando por su perro, a quienes ha dedicado las últimas publicaciones de su perfil de Instagram, dejando claro que todos se están apoyando mutuamente para intentar superar en la medida de lo posible lo ocurrido aquel nefasto 4 de junio.

Pero también ha contado con el incondicional apoyo de sus amigas, a quien les ofrece sus “respetos” en uno de sus últimos posts. “A mis amigas, y a quien me ha sabido acompañar de verdad, con silencios más precisos que muchas palabras”, agradeció a su grupo de íntimas el arropo ofrecido poco después del asesinato de Borja.

Ahora, Villacís tiene un largo camino por delante, y prefiere recorrerlo en la intimidad y alejada de las redes sociales.