Egos
Amelia Bono, el verano del reencuentro
Después de que una revista del corazón anunciara que la popular pareja había tomado la decisión de reconciliarse al inicio del verano, después de un año separados, pronto llegaban las primeras y escuetas palabras de ambos para confirmar la noticia. «Estamos muy felices, estamos muy bien y ahora mejor aún. Por supuesto que Manuel es el hombre de mi vida», aseguraba Amelia Bono a los reporteros. Desde entonces todo es algarabía y muestras de amor en el hogar de los Martos Bono. Están casados desde 2008 y tienen cuatro hijos. Jorge, de 13 años; Manuel, de once; Gonzalo, de nueve, y Jorge, de seis. La pareja ha ideado una verano familiar con sus retoños, pero antes han hecho una escapada a Ibiza en pareja. «Ójala esto nunca acabe», proclamada ella en sus redes sociales, donde roza el medio millón de seguidores que siguen las andanzas del la primogénita del expresidente del Congreso, José Bono. Mucho más discreto Manuel Martos no ha compartido en sus redes ninguna imagen de yates ni de jornadas de paddle surf en alta mar.
Ni en plena separación la pareja perdió la buena sintonía y el respeto. Ya de vuelta a Málaga, Amelia y Manuel compartieron risas y juegos con sus hijos a la vista de los paparazzis. La influencer triunfó durante el confinamiento por mostrar su cara más divertida en sus redes sociales en parodias en las que implicaba a toda su familia. Ha gastado bromas a su padre, a sus hermanos, amigos y ha vuelto a la carga grabando a su marido mientras dormía la siesta. «Mientras duermen, yo maquinando de las mías», alerta a sus seguidores.
Lo cierto es que Amelia se ha convertido, casi sin darse cuenta, en una influencer en el mundo de la moda. Los modelos que se agotan en las webs de las marcas que promociona y cada vez más marcas quieren contar con ella. Poco queda ya de la tímida Amelia Bono que acudía a los photocalls con su madre, Ana Rodríguez, para promocionar a Tous. Ha encontrado su nicho. Es además, una fiel defensora de llevar una vida saludable, en la que la comida y el ejercicio son protagonistas. Y esquiva así a quienes la acusan de estar muy delgada. Esa vida equilibrada le sirve para encarar sin medicación el Trastorno por Déficit de Atención en Hiperactividad, algo que ella confesó a sus seguidores y que ha servido para ganarse aún más el cariño de una audiencia, que no deja de crecer a golpe de reels.
Los que la conocen dice que a Amelia le encantaría volver a enfrentarse a un formato televisivo. Triunfó en «Bailando con las estrellas», su primer baño de popularidad «main stream». Mantiene un perfil muy diferente al del resto de sus hermanos. Jose Bono Jr hizo sus pinitos de mostrar su vida al minuto en redes, pero desde que canceló su boda con Aitor Gómez, en plena pandemia, tiene unas comunicaciones más profesionales y centradas en el mundo del caballo, que es su medio de vida y dónde se ha hecho un hueco. Ana Bono, por su parte, es letrada y lleva una vida cero expuesta en redes, donde son contadas ocasiones las que aparece con su pequeña Ana. En 2016 se incorporó al equipo jurídico de Iberdrola y desde ahí continúa desde entonces. La benjamina del clan, Sofía, sigue más los pasos de Amelia, aunque desde su ruptura con un joven andaluz, ha espaciado sus stories, sí ha querido contar la historia de su adopción.