Espectacular forma de viajar
La reina Margarita pasea su carruaje de oro para mantener a Genoveva Casanova en la sombra
La soberana de Dinamarca ha abdicado en su hijo, el príncipe Federico, dos meses después de su escándalo con la mexicana. Ahora ella acapara de nuevo todas las miradas
El adiós al 2023 ha supuesto también el cambio de era en Dinamarca. La reina Margarita II ha decidido abdicar, cediéndole el trono a su hijo, el príncipe heredero Federico. Hay varias versiones para explicar este cambio de corona. Unos hacen hincapié en el delicado estado de salud de la soberana, cansada ya tras 52 años de reinado, y tras una operación de espalda que no ha paliado sus dolores. Otros creen que ha sido la estrategia perfecta para que el huracán de Genoveva Casanova amaine y deje de hablarse de la amiga entrañable de su hijo, a espaldas de su mujer, la princesa Mary Donaldson. Sea como fuere, ya no se habla de la mexicana en la prensa danesa, pero sí de la abdicación, de la próxima coronación y de todo lo que esto conlleva. En el calendario está fijado el 14 de enero como el día clave de traspaso de poderes.
Se esperan mayores novedades y detalles sobre lo que sucede con el trono danés, cuya incertidumbre ha logrado silenciar el escándalo de los últimos dos meses. Así ha sucedido con el último paseo en carruaje de la reina por las calles nevadas de Copenhague, vivido como un auténtico espectáculo por parte de su pueblo. Y no es para menos. Mientras que se trata de dar una imagen de normalidad, desde la casa real danesa se trabaja a destajo para que todo esté perfecto de cara a los últimos días de reinado de Margarita II.
La agenda oficial continúa y la ocasión marcaba para este jueves 4 de enero una recepción a los oficiales de las Fuerzas Armadas y de la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias. Para ello, la reina Margarita de Dinamarca ha salvado la distancia desde el palacio de Amalienborg al palacio de Christiansborg en carruaje. Se trata de una espectacular carroza de oro datada en 1840 y que en contadas ocasiones saca a pasear, como suele suceder en Año Nuevo. Así, la soberana se ha podido dar su último baño de masas, dejándose querer por su pueblo, mientras recorría las calles repletas de nieve de la capital danesa. Un espectáculo para la vista.
A su llegada al palacio de Christiansborg, la reina Margarita de Dinamarca se ha unido a su hijo, el príncipe heredero, que reinará bajo el título de Rey Federico X, así como con su mujer, Mary Donaldson. Parece que la normalidad regresa a la corte tras el escándalo que supuso la aparición en escena de Genoveva Casanova y sus imágenes por las calles de Madrid y el posterior cierre de velada en casa de la mexicana. Los príncipes se han mostrado especialmente sonrientes durante la recepción en palacio, además de lucir sus mejores galas. La ocasión bien merece la pena y deben demostrar unidad ante el cambio de era que experimentará la monarquía danesa en cuestión de días, en plena vorágine que ha puesto en peligro los cimientos mismos de su corona. Parece que el temporal ha escampado, ya nadie se acuerda de Genoveva y todos disfrutan viendo a la Emérita pasear en un carruaje de oro.
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