Ante la convalecencia del Rey Carlos III a consecuencia del cáncer que padece, la Reina Camilla se mantiene firme en su obligado paso al frente. Junto al príncipe Guillermo, la consorte ha tomado las riendas de la Corona y todo el peso de la agenda oficial recae sobre ella.

Las inauguraciones, visitas a centros de distinta índole o entregas de premios han dado paso este jueves a una importante cita que ha acaparado la atención de toda la escena internacional. La Reina Camilla ha recibido en Clarence House a Olena Zelenska, la esposa de Volodímir Zelenski, para dialogar sobre la difícil situación que atraviesa Ucrania por culpa de la guerra que comenzó con la invasión rusa hace ya dos años.

"Durante una visita al Reino Unido, me alegro de conocer a Su Majestad la Reina Camilla. Agradezco a la Familia Real y a todo el Reino Unido su constante apoyo a Ucrania y el acogimiento de 200.000 refugiados ucranianos, con quienes se reúnen regularmente (el Rey y la Reina han visitado el Centro Ucraniano en Londres más de una vez). Estoy segura de que nuestros pueblos tienen valores comunes: vida, libertad y democracia. Seguimos defendiéndolos juntos", ha expresado la primera dama ucraniana, que en los últimos años se ha dedicado a viajar por diferentes países para visibilizar el horror de la guerra en su país.

Esta cita diplomática y que se entiende como una muestra de apoyo de Reino Unido a Ucrania se produce el mismo día en que Putin ha aprovechado su discurso sobre el estado de la nación para lanzar una contundente amenaza a Occidente. Cualquier actuación por parte de la OTAN en territorio ruso, e incluso el envío de tropas a Ucrania, tendrá una respuesta nuclear por parte de Rusia. "Sería la destrucción de la civilización", ha amenazado el líder de Kremlin, en una nueva muestra de poder y obstinación.

Un aviso que no amilana a los aliados ni a la Reina Camilla, la última en mostrar su firme apoyo al pueblo ucraniano. De hecho, ha recibido a Zelenska con un cálido saludo que se aleja del protocolo, apostando por dos besos en la mejilla en lugar de la reverencia.

Se trata de una de las reuniones más importantes que la Reina Camilla ha tenido que atender en calidad de regente en este periodo de convalecencia de su esposo, y se ha convertido en la ocasión perfecta para demostrar que, pese al pasado, ahora es uno de los valores más seguros de la monarquía.