Sigue la polémica
Nuevos audios con el Rey Juan Carlos desmienten a la vedette: “Recibí 35 millones de pesetas”
A pesar de que lleva estas semanas negando el chantaje y haber cobrado dinero por parte del Emérito, unos nuevos audios la dejan por mentirosa
En el chalé de Boadilla del Monte no solo se inmortalizaron las citas del Rey Juan Carlos y Bárbara Rey de las que tanto se había rumoreado. Treinta años después también han visto la luz unas comprometidas conversaciones entre ambos, que fueron grabadas sin su consentimiento y en las que se hablan de cuestiones muy delicadas. Desde asuntos de estado hasta cuestiones de la intimidad conyugal del Soberano con la Reina Sofía, llegando a confesar que no mantienen relaciones desde el nacimiento de su hijo Felipe. Pero se ha subido la apuesta este viernes al aparecer una nueva hornada de revelaciones a modo de audios filtrados en 'OK Diario', que vienen a desmentir la versión mantenida por la vedette estas semanas. Se ha defendido con uñas y dientes de la acusación de su hijo de haber realizado tres supuestos chantajes a la Corona: dos fructíferos y uno fracasado. Se hablaba de un total de 600 millones de pesetas. Ella lo ha negado por activa y por pasiva. Ahora los nuevos audios la dejan por mentirosa.
Después de varios presuntos intentos de borrarla del mapa, siempre según su versión, la vedette estaba hablando con una persona afín a la Casa del Rey. Está asustada y habla sin tapujos de su relación con el Jefe del Estado, además de confesar que ha cobrado altas sumas de dinero, tras la promesa de pagarle 100 millones para ayudarle a afrontar sus deudas: “Él me dio 20 millones de pesetas porque mi casa salía a subasta y cuando pasaron cinco meses me dio 15 más”, se la escucha decir cómo se embolsó 210.350 euros en las antiguas pesetas. Esta revelación confirmaría que ha recibido un montante acordado a cambio de su silencio, aunque ella prefiere no denominarlo como “chantaje”, sino más bien como una “ayuda”. Y es que considera que su relación le puso en una posición peligrosa, aunque finalmente le fuese muy beneficiosa no solo en cuanto a dinero económico, sino también con opciones a trabajar y poder salir a flote.
“Me preguntó qué necesidades tenía y le dije que tengo muchas deudas y me haría falta dinero hasta que empiece a trabajar, porque él me prometió que me conseguiría trabajo”, se le escucha decir a Bárbara Rey, que no estaba conforme con lo que finalmente estaba recibiendo. Y es que considera que no se estaban cumpliendo los términos acordados para asegurar su silencio, más después de haber sufrido ya el asalto en su domicilio en el que desaparecen fotografías y mucho material comprometido con el que estaría haciendo presión. De esto le habría llegado ya un primer programa de televisión, aunque ella se queja de que es mérito de sus buenos contactos y no de favores reales: “Ellos dicen que me dieron el programa ‘Esto es espectáculo’, pero no es cierto. Si me hubieran buscado un programa, evidentemente nunca hubiera sido ese tipo de programa, ni por lo que cobraba. Él me dijo que me buscaría un programa importante en el que yo ganara mucho dinero. Por eso, yo le dije: si es verdad es así, el dinero que me deis para hacer frente a los pagos que tengo que hacer, yo os juro que lo devuelvo, porque no quiero que él me dé nada”, se oye en los nuevos audios.
Bárbara Rey hablaba abiertamente en 1994 sobre el dinero que le daba el Rey Juan Carlos, aunque ahora treinta años después mantiene firme lo contrario: “A lo largo de un año y medio me estuvo dando dinero para hacer frente a todas las deudas que tenía y poder seguir viviendo. Pero, como digo, me lo fue dando espaciadamente y no sé la cantidad que llegaría a darme porque, además, entre otras cosas, a mí me parecía hasta vergüenza y más vergüenza aún me daba, porque me faltaba dinero”. Así, recibiría un buen montante en 1994 y después trataría de conseguir más en 1997, cuando el Cesid tomó cartas en el asunto apoderándose del material con el que se aseguraba estas presiones. Se hablan de cantidades millonarias depositadas en cuentas en Luxemburgo, de hasta 600 millones de pesetas. Todo a cambio de dejar las cosas como estaban, no hacer ruido y, por supuesto, que las fotos y grabaciones no viesen la luz. No obstante, parece que en esa casa grabó todo el mundo.