Mercedes Milá eleva el tono contra el Rey Juan Carlos: duras acusaciones y reproches

El Rey Juan Carlos vuelve a estar en boca de todos después de que Ángel Cristo se cobrase su venganza contra su madre. Las fotografías del Monarca con Bárbara Rey en la intimidad de un chalé de Boadilla del Monte continúan dando que hablar, pero más aún lo están haciendo los audios filtrados de conversaciones privadas de ambos, en los que se tratan asuntos delicados. Desde temas de Estado hasta confesiones sobre la privacidad conyugal con la Reina Sofía que está provocando un tsunami de reacciones. Todas las miras se han fijado en los protagonistas, pero también a aquellas voces importantes como generadores de opinión pública que, por supuesto, no han querido pasar la oportunidad de mostrar qué piensan al respecto. Es el caso de Mercedes Milá, que no pasará a la historia del periodismo precisamente por morderse la lengua. Y es que parte de su encanto reside en que dice todo tal y como lo piensa, aunque esto le haya granjeado más de algún que otro problema. Podría volver a suceder, pues entra en terreno farragoso al sentenciar al Emérito por las últimas revelaciones.

Aunque todo se coció en 1994 en lo que se consideraba la intimidad de una casa, ha terminado estallando treinta años después. Hay quien pone el foco del escándalo en la deslealtad, otros en el contenido filtrado, también los que se fijan en la traición del hijo en la madre o los que se centran en cómo actuó el Emérito y el Estado a la hora de afrontar el supuesto chantaje. Se hablan de tres chantajes, dos fructíferos y uno frustrado, que se habrían pagado a través de los fondos reservados del Estado. Se piden ya explicaciones, como hace la presentadora, muy crítica con la figura del Rey Juan Carlos en lo acontecido: “Hablemos del Rey Emérito: las cárceles españolas están llenad de gentes que cumplen condenas por haber cometido delitos muy menores a los que éstos días nos estamos enterando que cometió alguien que logró unir a casi todo su pueblo, que no permitía que se hablara mal de él, ni se le acusara de nada”, comenzaba su queja pública en su cuenta personal de Instagram.

Mercedes Milá pone el foco en lo económico, especialmente al subrayar que este tipo de controversias eran silenciadas con dinero público: “Los españoles que hicimos esto creamos un monstruo. Es mejor que lo asumamos. Dejó de sentirse responsable de ninguna de sus acciones y campó a sus anchas, cometiendo bajezas e involucrando al Estado en ellas. Cuando delegas en terceras personas los pagos a tus caprichos y fechorías puedes fácilmente olvidar que el dinero que se paga no es tuyo, es de todos los ciudadanos que, además, no lo están pasando especialmente bien para llegar a fin de mes. Les estás robando a ellos. A nosotros”, va calentándose la comunicadora en su reflexión sobre el escándalo real que lleva dos semanas copando titulares y cientos de horas en tertulias y debates.

Con todo ello, Mercedes Milá, que siempre ha destacado por su mentalidad abierta, llega a mostrarse comprensiva al entender “que necesite tapar sus aventuras sexuales es comprensible, pero que lo paguemos los demás es repugnante”. Para rematar, la periodista clama justicia, aunque hayan pasado demasiados años como para poder judicializar lo sucedido: “Cuando un país ha defendido a su Rey durante tantos años, debería poder juzgarle, sin inmunidad ni prescripciones. Porque no hay pecado más intolerable que ser el Rey de España y burlarte de los españoles durante tantos años”, sentencia. Su post en Instagram ha provocado un intenso debate entre aquellos que le dan la razón y esos otros que se la quitan.