Vivirá sola
La hija de Mette Marit vuela del nido antes de lo fijado: se independiza con 19 años
La heredera al trono de Noruega tenía planes para estar un año fuera de palacio en 2024, pero ha querido irse antes de tiempo y disfrutar de su libertad
La hemos visto nacer y crecer bajo el protectorado de la casa real noruega, pero la princesa Ingrid de Noruega ya es toda una mujer y quiere reclamar su propia independencia. La primogénita del príncipe Haakon y la princesa Mette-Maritya tiene 19 años, lo suficiente para querer volar del nido y aprender por sí misma cómo funciona la vida. Cometerá errores, pero estos le ayudarán a crecer, a ser ella misma y a mirar por sus propios intereses. Un sueño para cualquier adolescente con las alas truncadas que, en su caso, se hará realidad.
Después de convertirse en una de las estrellas de la cena de gala con motivo del 18 cumpleaños de Christian de Dinamarca, ahora copa titulares por méritos propios. Lo hace en la prensa de Noruega y, de paso, en numerosas cabeceras internacionales, al conocerse sus planes de mudarse a su propio apartamento, alejándose con ello de la seguridad que le ofrece la residencia familiar en Skaugum, en Asker, a poco menos de 20 kilómetros de Oslo. Pero ella quiere emplazar su nueva vida independiente en el meollo del asunto, donde se cuecen las grandes historias, por lo que ha encontrado un piso ideal en la capital noruega para comenzar su primera aventura en solitario, tal y como ha publicado en exclusiva ‘Se og Hor’.
Desde el citado prestigioso medio informan que la princesa Ingrid de Noruega se ha instalado en el centro de Somoroy, en la parte oriental de Oslo, situado en el distrito de Grünerlokka. Como cabría esperarse, se trata de una de las zonas más elitistas y modernas de la capital, donde se dan cita los jóvenes para disfrutar del ocio nocturno, los expertos en moda para dejarse seducir por las nuevas tendencias urbanas y una amplia propuesto cultural y artística entre sus calles. Uno de los rincones predilectos por los más jóvenes y que ha seducido incluso a la que está llamada a ser reina de los noruegos, pues ocupa la segunda línea en la sucesión al trono.
La princesa noruega parece estar saliéndose de la norma impuesta para los royals europeos. Se esperaba que al acceder a la mayoría de edad estudiase en el extranjero, como así están haciendo la nueva hornada de príncipes en todas las casas reales. Pero ella no quiere ser como el resto, quiere seguir sus propios pasos y decidir sobre el rumbo de su vida, aunque esté abocada a ocupar el trono cuando lo haga primero su padre, el príncipe Haakon. Ella ha optado por permanecer en su país y trabajar en la Escuela Uranienborg como asistente escolar y trabajadora medioambiental.
Aunque no deja de lado su formación como futura reina, pues en 2024 la princesa Ingrid de Noruega comenzará su formación militar, como así está haciendo la princesa Leonor en la Academia Militar de Zaragoza. La española ha comenzado su instrucción a los 17 años, pero su homóloga lo hará a los 20 años, en el batallón de ingenieros de la Brigada Norte, donde ingresará en enero durante un año. Quizá este deseo de anticipar su salida de la casa familiar será un paso previo, una toma de contacto con la independencia antes de volar del nido definitivamente.
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