Opinión
El diario de Amilibia: «Yo decido lo que es verdad»
"Esto Goebbels lo convertiría en «la enorme preocupación del Gobierno en que los encuentros de “diversa naturaleza” sean ajenos a la Moncloa»"
Esta frase de Goebbels resuena en la recomendable película «El ministro de Propaganda». Debería proyectarse en las escuelas, pero sobre todo en la Moncloa: que los ministros, asesores y empleados de la Oficina de Prensa y Propaganda del Movimiento vieran cómo se puede superar la máquina del fango para manipular más finamente, no con la tosquedad habitual de Esther Peña, Pilar Alegría y Patxi López, por ejemplo. Cómo el maestro Goebbels utilizaba a los artistas del mundo del cine, cómo los agasajaba y los pagaba, cómo les hacía reír con su cínica y muy actual frase: «El público alemán desea ser embaucado». Cambien alemán por español y ya está. Otra ley impagable de Goebbels: «Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan».
Leo: «Un piso de 1,9 millones de euros a Ábalos en la zona vip de Madrid». Esto Goebbels lo convertiría en «a exquisita preocupación que el Gobierno siente por el acuciante problema de la vivienda». Leo: «Aldama también acusa al ministro Torres de ser el presunto beneficiario del alquiler de un piso en el centro de Madrid para encuentros de diversa naturaleza». Esto Goebbels lo convertiría en «la enorme preocupación del Gobierno en que los encuentros de “diversa naturaleza” sean ajenos a la Moncloa». Leo: «Aldama tiene en su móvil conversaciones con altos cargos del Gobierno». Esto Goebbels lo convertiría en «la dedicación del Gobierno a la expansión de la alta tecnología: “Pegasus” al alcance de todos». Leo: «Ferraz limita el derecho de reunión en el PSOE de Madrid». Esto Goebbels lo convertiría en «se trata de una medida de prudencia para evitar contagios de gripe». Leo: «Génova frena las prisas del PP por quemar a Sánchez: “Debe cocerse”». Goebbels respondería riéndose: «Feijóo cree que nuestro Amado Líder es un percebe». O algo así.
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