Las heridas de guerra del príncipe Harry

Hoy se ha estrenado en Netflix a primera hora de la mañana «Heart of Invictus» («Corazón de Invictus» en España), el nuevo documental producido por Archewell Productions, la productora del príncipe Harry y Meghan Markle, que se enmarca dentro de su millonario contrato de colaboración con el gigante del streaming. La serie, de cinco episodios, abordará los entrenamientos a los que se someten varios militares de todo el mundo para prepararse para competir en los Juegos Invictus de 2020 de La Haya, Países Bajos, aunque realmente se celebraron el año pasado porque tuvieron que ser aplazados en dos ocasiones por el coronavirus.

Los Juegos Invictus se crearon en 2014 a iniciativa del príncipe Harry, como reconocimiento a los veteranos de guerra que sufren algún tipo de lesión, ya sea física o mental, a consecuencia de prestar servicio. Están inspirados en los Warrior Games, un evento deportivo similar organizado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos y que tiene lugar cada año desde 2010.

El príncipe Harry está muy sensibilizado con los traumas y heridas que los veteranos arrastran tras prestar servicio, puesto que él mismo sirvió en las Fuerzas Armadas de Reino Unido durante una década, en la que participó en misiones en Afganistán. Allí, tal y como confesó en sus memorias, «Spare» («En la sombra» en España), asesinó a unos veinte combatientes talibanes, una cruenta batalla cuyos traumas todavía arrastra.

«Mira, yo solo puedo hablar de mi propia experiencia, pero desde mi misión por Afganistán en 2012 volando en los Boeing AH-64 Apache –un tipo de helicóptero utilizado en contiendas–, después de eso hubo algún momento de desmoronamiento», explica el príncipe Harry en «Heridas invisibles», el segundo episodio del documental. A lo largo de 45 minutos, el duque de Sussex reflexiona sobre sus demonios y expone que el verdadero trauma que arrastra desde siempre es la temprana muerte de su madre, Diana de Gales: «El detonante fue cuando llegué de Afganistán, pero lo que me ocurría provenía de 1997, cuando tenía 12 años. Perder a mi madre siendo tan pequeño… nunca fui consciente del trauma que tuve hasta que volví de Afganistán».

Lo peor para el hijo pequeño de Carlos III, según su propio testimonio, es que se sintió solo a la hora de superar su trauma, unas declaraciones que algunos tabloides británicos han interpretado como un nuevo ataque a su regia familia. «La mayor lucha para mí fue que nadie a mi alrededor podía ayudarme. No tenía esa estructura de apoyo, esa red o ese asesoramiento experto para identificar lo que realmente me estaba pasando», lamenta.

Los próximos Juegos Invictus comenzarán el próximo 9 de septiembre y tendrán lugar en Düsseldorf, Alemania. Se ha confirmado que tanto el príncipe Harry como Meghan Markle regresarán a Europa desde Estados Unidos para no faltar a su cita, pero se desconoce si aprovecharán su estancia en el Viejo Continente para visitar Reino Unido y encontrarse con su familia, en una fecha que, además, coincide con el primer aniversario de la muerte de la Reina Isabel II.