Nuevo huracán
Feroces críticas a Federico de Dinamarca por aceptar carísimos regalos en secreto
Piden un ejercicio de transparencia que ya hacen otras coronas como la española. Se han cansado de verle lucir cosas exclusivas y no saber de dónde llegan
El rey Federico de Dinamarca quiere hacer las cosas diferentes y eso pasa también por mantenerse firme en ofrecer una imagen de transparencia. Al menos sí en lo que tiene que ver con cuestiones económicas, para que la Corona no sufra con especulaciones o malos entendidos. Esta misma política se ha impuesto en otras casas reales, como sucede en la española, que anualmente comparten el presupuesto del Estado para la institución, a qué se destina el dinero y, quizá lo más atractivo, también los regalos que han recibido los reyes durante ese último ejercicio. Hay auténticos tesoros y también inesperadas sorpresas en el listado. Pero también hay lugar para la polémica, como así le acaba de pasar al recién estrenado soberano de los daneses, que ya está sufriendo las consecuencias de mostrar los obsequios que ha recibido.
Lo que ha hecho que todas las miradas críticas se centren en el rey Federico X de Dinamarca es la controvertida pulsera que llevaba el día de su proclamación. Cuando saludaba a su pueblo desde el balcón del palacio de Christianborg se le pudo ver una pulsera de confección artesanal en color negro. Su procedencia explica el motivo del escándalo. Al parecer, se trata de un regalo realizado por la empresa Shamballa, lo que ha molestado a muchos, que han reclamado mayor transparencia respecto a este tipo de contraprestaciones. Una pulsera que, por cierto, además de valer más de 2.000 euros,
“La familia real tiene poder. Y en todo tipo de contextos en los que se ocupa un cargo público, no se deben aceptar regalos”, ha mantenido Jesper Olsen, presidente de la organización de Transparencia Internacional de Dinamarca a la cadena de noticias DR Nyheder. Este experto no ve con buenos ojos que un rey pueda estar aceptando ostentosos regalos de un alto precio sin hacer mención alguna, a modo de secreto: “Deben dejar de aceptar tales regalos, porque eso puede ponerse en entredicho. No digo que sea el caso, pero puede cuestionarse si realmente se puede obtener una ventaja haciendo un regalo”.
El citado medio también se hace eco de las declaraciones del catedrático de la Universidad del Sur de Dinamarca, Michael Bregnsbo. Apunta hacia la misma dirección y considera que con el cambio de monarca en el trono se abre una oportunidad: "Podría ser una muy buena idea para la relación con el público que la familia real, aunque no esté obligada a ello, decida ser abierta sobre los regalos. Esto aportaría claridad y evitaría rumores”. Aunque respecto a la pulsera parece que los rumores ya han invadido los titulares de medio planeta.
Sea como fuera, esta polémica ha obligado al rey Federico de Dinamarca y a Mary Donaldson a dar un paso al frente. Desde el departamento de comunicación de la Casa Real se ha informado ya de un cambio en esta dinámica que tanto parece haber molestado al pueblo danés. Y es que van a revisar los parámetros en los que se reciben regalos en palacio, para así poner ciertos límites lógicos a partir de ahora, para evitar con ello nuevos tsunamis de críticas. Además, se informa de que las conclusiones a las que lleguen serán anunciadas mediante la página web oficial de la familia. Quizá se animen también a publicar la jugosa lista de regalos junto al valor de los mismos. Habrá que esperar para saciar la curiosidad…
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