Sevilla
Doña Letizia: lección magistral de naturalidad en un discurso de cuatro minutos
La Reina recibió una gran ovación tras su palabras, sin guion y sin papeles, en un acto con motivo del Día Mundial de las Enfermedades Raras
La Reina Letizia, que presidió el martes el acto oficial por el Día Mundial de las Enfermedades Raras celebrado en Sevilla, recibió uno de los aplausos más emotivos por su discurso de cuatro minutos. Sin guion y sin leer en ningún momento, puso el corazón en él dejando que las palabras saliesen de forma natural y sincera. Sin demasiado protocolo y sin más intención que comunicar su apoyo a las personas que, de una manera u otra, trabajan en la lucha contra estas patologías poco frecuentes.
En más de una ocasión se repite la idea de que España perdió una excelente periodista para ganar una gran reina, pero Doña Letizia continúa siendo una gran comunicadora. Maneja con soltura la declamación, subrayando con sus pausas lo importante desde el punto de vista de las emociones, acelerando en lo menos importante y acentuando el mensaje que debe llegar al oyente. Es maestra en dirigir la atención de quienes escuchan.
A lo largo de estos cuatro minutos, la Reina Letizia varió el tono de voz según requería el contenido de su discurso, la velocidad y la pronunciación. Nada monótono y muy directo. Su compromiso con las enfermedades raras como presidenta de los actos del 25 aniversario de Feder resultó sincero.
La espontaneidad provocó simplemente un tropezón en la pronunciación de una palabra, pero fue algo que dio fuerza a su intervención. La naturalidad es siempre sinónimo de seguridad en uno mismo y dio buen ejemplo de ello. Con sus silencios, su elegante forma de pronunciar y de mirar a su audiencia y el cuidado que ponía en cada uno de sus gestos, consiguió un discurso magistral.
También en sus conversaciones con los medios de comunicación, busca el verbo exacto, la pronunciación impecable. En sus encuentros con representantes de la cultura, la sociedad o de otra naturaleza, la monarca habla claro y le gusta ser concisa y aportar declaraciones muy personales y emotivas si la ocasión lo requiere, que acompaña con su mirada y sus gestos.
Feder atiende las necesidades de las personas que sufren estas patologías que sufren cinco de cada 10.000 personas. En la capital hispalense, referente en la lucha contra estas patologías, hay unos 41.000 pacientes. La reina Letizia, muy involucrada con esta población, colabora con la Fundación desde hace años. En su intervención, subrayó la importancia de la investigación en genómica para luchar contra las mutaciones que están en el origen de esas enfermedad crónicas y sin apenas tratamiento y destacó la genética clínica como la médula para "impulsar la medicina personalizada de precisión". Habló también de la importancia de la prevención ligada a investigación, diagnóstico precoz y acceso en equidad a tratamientos farmacológicos y a las diferentes terapias. "Si no identificamos las causas de las patologías raras no podremos prevenirlas", indicó.
Se dirigió especialmente a las familias: "Gracias por vuestra fuerza, vuestra generosidad, vuestra paciencia y vuestra inteligencia. Y la capacidad que demostráis para seguir cuidando, para seguir insistiendo en vuestros derechos y seguir recordándonos que ese camino lo debemos hacer juntos", expresó comprometiéndose a continuar a su lado cuando cumplan otros veinticinco años más, momento en el que ella habrá cumplido 76.
Escogió para la ocasión un vestido azul muy primaveral con estampado de flores, muy a tono con el día soleado de la ciudad, a pesar de las bajas temperaturas. Era la primera visita desde la alternancia en la Alcaldía de Sevilla y estuvo acompañada tanto del alcalde, José Luis Sanz, como del presidente de la Junta, Juanma Moreno, además de otros miembros del gobierno y de la propia Fundación. La jornada dio comienzo con la canción "Los hombres han llegado a la Luna", del grupo Siempre así.
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