Queda poco más de un mes para que den comienzo los Juegos Olímpicos de París y la capital francesa ya se ha blindado para acoger el mayor evento deportivo del mundo. Para entonces, la llama olímpica habrá llegado a la ciudad tras un largo recorrido que comenzó el 8 de mayo y concluirá el día que den comienzo las Olimpiadas, el 26 de julio.

Este 18 de junio, a su paso por Mónaco, la Familia Real se ha reunido para recibir a la llama y posar junto a ella con un atuendo deportivo al que los Grimaldi nos tienen muy poco acostumbrados. Charlène, Alberto y sus hijos Jacques y Gabriella se han mostrado felices de participar en esta jornada histórica a la que también se han unido importantes deportistas monegascos como el piloto Charles Leclerc, el corredor de trineo Rudy Rinaldi, la corredora de esquí Alexandra Coletti o la jugadora de tenis de mesa Xiaoxin Yang.

Además del jefe de Estado, su esposa y sus hijos, Carolina de Mónaco tampoco se ha perdido esta ceremonia, acompañada de su hijo Pierre Casiraghi y la mujer de este, Beatrice Borromeo.

En representación de la Casa de Borbón-Dos Sicilias también han acudido las princesas María Clara y María Carolina, hijas del duque de Castro, Carlos de Borbón-Dos Sicilias. Se trata del tío de Pedro de Borbón-Dos Sicilias y Orleans, a quien la monarquía española reconoce como jefe de la Casa Real de las Dos Sicilias, entrando en conflicto con el duque.

De seguro que se ha tratado de una cita muy especial para toda la familia, especialmente para la princesa Charlène, a quien habrán invadido los recuerdos de su época como deportista olímpica. La mujer del príncipe Alberto fue una nadadora de élite y compitió en los Juegos Olímpicos de Sidney del año 2000 con el equipo sudafricano de relevos en la categoría 4x100 metros, logrando una buena quinta posición.

De hecho, fue durante esas Olimpiadas cuando Charlène y Alberto se conocieron, y aunque su amor empezó a gestarse en ese momento, no fue hasta 2006 cuando surgieron los primeros rumores de que entre ellos podría haber algo más que amistad. Ese mismo año. durante los Juegos Olímpicos de Turín, por fin confirmaron su romance dejándose ver compartiendo besos y gestos de cariño. La relación se terminó haciendo oficial en en la gala del Grand Prix de Fórmula 1, en la que Charlène acudió como una Grimaldi más acompañando a Alberto.