Vista en Vigo
El estricto dispositivo que acompaña a Leonor en sus salidas con amigas
Aunque es una adolescente con ganas de disfrutar, su papel como princesa heredera le impide libertad de movimientos. Así debe actuar
La princesa Leonorno es solo la heredera al trono español, sino también una adolescente con sus correspondientes inquietudes y necesidades. Desde que nació se ha formado para cumplir con sus responsabilidades institucionales, las cuales ahora le emplazan en la Escuela Naval de Marín, donde completa su formación militar. Dando pasos agigantados que le acercan al trono que un día será suyo, la primogénita del Rey Felipe VI y la Reina Letizia también saca tiempo extra para disfrutar de pequeños momentos con sus amigos. Unos instantes de normalidad que suponen la activación de un protocolo de seguridad para mantenerla alejada de cualquier riesgo que comprometa su integridad. Así ha sucedido de nuevo cuando se ha dispuesto a saciar su apetito junto a un grupo de amigos en una hamburguesería de Vigo, donde ha sido vista recientemente en una salida privada de la que nada informan desde Casa Real.
Cuando la princesa Leonor quiere compartir instantes de ocio con sus amigos debe comunicarlo con antelación para que se active el dispositivo de seguridad que le acompañará. Nada se deja al azar y cada detalle es tenido en cuenta, sabiendo la hora de la cita, los integrantes del grupo, el lugar escogido, el itinerario a seguir y la duración del encuentro, tal y como han desgranado desde la revista ‘Lecturas’. Es más, al equipo de seguridad se les reserva potestad para cancelar según qué planes, si en ellos no se puede prometer su integridad. Pero no solo velan por ella, sino también por no entorpecer su disfrute, dejándole cierta libertad de movimientos para que no se sienta presionada junto a sus amistades. De ahí que sus guardaespaldas ocupen mesas contiguas a la suya cuando están en un restaurante o merodeen a su alrededor discretamente mientras afianza vínculos con sus íntimos sin miedo a imprevistos.
Como cabría esperar, la princesa Leonor se ha acostumbrado ya a la constante presencia de guardaespaldas. No solo por aquellos que protegen a sus padres, como Reyes de España, sino también a ella y su hermana, la infanta Sofía, como futuro de la Corona patria. Tenerles como eternos compañeros puede resultar tedioso, pero con el paso de los años ha establecido un vínculo de confianza con ellos. No es de extrañar, pues deposita en sus manos su propia vida, aunque en la mayoría de las veces tan solo deben lidiar con curiosos que se acercan a ella con el deseo de sacarse una foto e inmortalizar el real encuentro. Lo importante es que no se genere mucho bullicio a su alrededor, mantenerla en una zona acotada y vigilada, con la posible salida despejada y con mil ojos a todo aquel que traspasa los límites. Dentro de tanto estrés, ella guarda la compostura y con una sonrisa continúa con su entretenimiento.
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