Homenaje póstumo
Isabel II, más apagada que nunca: así enfrenta el funeral de Felipe de Edimburgo
Hoy es el primer gran compromiso público de la monarca fuera del Castillo de Windsor en casi seis meses.
La reinaIsabel II ha salido esta mañana del castillo de Windsor, acompañada de su hijo, el príncipe Andrés, para viajar hasta Londres, donde se celebra desde las 11:30, el servicio de acción de gracias por la vida de su difunto esposo, el príncipe Felipe, quien falleció el 9 de abril del año pasado.
Se trata del primer gran compromiso público fuera del castillo al que se enfrenta la monarca de 95 años, y al que ha decidido asistir esta misma mañana, dados sus problemas de movilidad.
A las 9:30 a.m. de hoy, una pequeña multitud se había reunido ya frente a la Abadía de Westminster, en un intento de vislumbrar a los miembros de la Familia Real entrando. Anteriormente, los asistentes reales habían revelado que la Reina había estado “activamente involucrada” en los planes para el servicio “con muchos elementos que reflejan los deseos de Su Majestad”, incluyendo varios elementos que el duque había planeado para su funeral en la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor en abril del año pasado, pero que estaban prohibidos por las restricciones de Covid en ese momento.
Entre ellos, la participación de los ganadores del premio de oro del Duque de Edimburgo (DofE) y los Sea Cadets, su deseo expreso de que la congregación cante el himno conmovedor Guide Me, O Thou Great Redeemer, y para el clero de las propiedades reales de Windsor, Sandringham y Balmoral para jugar un papel especial.
Un año marcado por sus problemas de salud
Isabel II afronta los últimos meses aquejada de problemas de salud y vejez, que la han obligado a retirarse de una serie de compromisos oficiales como el pasado Día de la Commonwealth. Una vez confirmada su asistencia al acto de hoy, se cree que los asistentes del Palacio y la Abadía habrán tomado medidas para garantizar que el servicio sea menos exigente para la Reina. En lugar de llegar a la entrada oeste habitual de la Abadía, que implicaría escalones y una larga caminata por la Nave frente a las cámaras, por ejemplo, es probable que la Reina sea conducida por el costado del edificio y entre lejos de la vista del público a través del “Poet’s Entrada”. De esta manera, el tramo que tendría que caminar hasta su asiento es más corto. Aunque es probable que camine con la ayuda de un bastón.
La Reina asistió a la inauguración del Parlamento de Gales el 14 de octubre del año pasado. Desde entonces, ha realizado compromisos en el Castillo de Windsor, donde ahora tiene su sede, y visitó Sandringham en febrero. El pasado octubre, Isabel suspendía por sorpresa su viaje a irlanda del Norte tras recibir la recomendación médica de descansar. Fue entonces cuando la reina era ingresada en el hospital privado King Edward VII de Londres, despertando aún más dudas sobre su estado de salud.
Aunque poco después la reina reaparecía y se aseguraba que se encontraba perfectamente, volvían a cancelarse nuevos actos como la inauguración de la cumbre del clima en Glasgow, una de sus principales citas el año. Su avanzada edad y el debilitado aspecto que luce en los últimos tiempos, tiene preocupados a todos. A pesar de ello, mantiene la ilusión de celebrar el próximo mes de junio los actos conmemorativos de su Jubileo de Platino (70 años de reinado).
Tampoco ha contribuido a la mejora de su salud los problemas derivados de la salida de su nieto Harry y de su esposa, Meghan Markle, de la familia real, así como la .del príncipe Andrés de Inglaterra con un caso de abusos sexuales
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