Glamour
Ágatha Ruiz de la Prada, de camino al Baile de la Rosa, se olvida de la demolición de su piscina: "Estoy feliz"
La diseñadora comparte con LA RAZÓN su emoción mientras prepara su equipaje, sin dejar que la sentencia que le obliga a derribar parte de su finca mallorquina empañe el momento
Ágatha Ruiz de la Prada dice que no sabe cuál de sus diseños escogerá para el tradicional Baile de la Rosa que se celebra este sábado en Mónaco. Ella es una de las estrellas invitadas y LA RAZÓN la sorprende preparando maletas y ultimando detalles para este deslumbrante evento que organizan los Grimaldi.
"Estoy feliz. Lo estoy viviendo con mucha emoción y sé que será muy divertido, aunque estas jornadas previas están resultando agotadoras. No solo por el Baile de la Rosa, para el que he confeccionado varios diseños, también porque son días de mucho ajetreo para mí", nos cuenta. La ocasión no merece menos. Esta emblemática velada que se organiza cada año con el inicio de la primavera en la Salle des Étoiles del Sporting Montecarlo, celebra su edición número 70. Su presidenta, Carolina de Mónaco, es la reina por antonomasia y este año ha decidido que la temática sea un viaje a los años 70 y 80. Una vez más, contará con la ayuda de su gran amigo, el diseñador Christian Louboutin, que es quien se encarga de la dirección artística del Baile de la Rosa desde 2019. Estará amenizada por las drag-queens Shangela y Chad Michaels, un equipo de 48 bailarines coreografiados por Sadeck Berrabah y la música del compositor Charly Voodoo y el DJ Kiddy Smile.
El Baile de la Rosa congrega en cada edición a personalidades de la élite empresarial, social y de la moda. También ha contado con varias celebridades españolas, como Pedro Almodóvar, Luz Casal, la pareja formada por Alaska y Mario Vaquerizo e Isabel Pantoja. La tonadillera viajó a Mónaco el año pasado gracias a su amistad con Manel Dalgó y su marido Thomas Schmieder, residentes en este lujoso país, el segundo más pequeño del mundo. Su buena relación con los Grimaldi y su admiración por Isabel le llevó a cumplir uno de los sueños de la cantante.
Ágatha nos confirma que asistirá con su novio desde hace dos años, el abogado José Manuel Díaz Patón, y su amiga, la multimillonaria Francesca Franco. "Ella fue quien me invitó y acepté encantada", señala. La diseñadora no podrá tener mejor cicerone en su visita al Principado. Esta empresaria, casada con el jinete Íñigo López de la Osa Escribano, posee una promotora inmobiliaria que gestiona la compraventa de algunas de las propiedades más exclusivas de la Costa Azul. En 2023, invitó también invitó a Borja Thyssen y Blanca Cuesta.
En la cita cobra especial protagonismo la alta costura, por lo que no llama la atención el cuidado que ha puesto Ágatha en su vestuario. También se ha preparado a conciencia su baile dando unas clases de danza que le permitirán salir tan airosa en la pista como en el lucimiento de sus diseños. "Me ilusiona muchísimo. No había tenido ocasión de conocer a ningún miembro de la familia, por lo que esta invitación me hace doblemente feliz. Me fascina Carolina y creo que Alberto es también un hombre lleno de encanto".
El Baile de la Rosa fue creado por Grace Kelly en 1954 para ayudar a recaudar fondos. Cada comensal paga 1.200 euros y durante la velada se celebran sorteos y subastas de esculturas o cuadros cuyos beneficios se destinan a diferentes causas humanitarias. El presentador Stéphane Bern, toda una celebridad en Francia, repite este año como maestro de ceremonias.
Una sensación agridulce
El espléndido momento de la diseñadora coincide con la resolución de la Audiencia Nacional que le obliga a demoler la piscina y el embarcadero de su finca en Costa del Pins, Mallorca. De acuerdo con el proceso contencioso administrativo contra Ágatha Ruiz de la Prada y sus hijos, las zonas exteriores están construidas en una zona hoy protegida por la Ley de Costas. "Está en manos de mis abogados, que seguirán presentando recursos", zanja la empresaria.
Esta propiedad perteneció a la diseñadora desde 2018, tras su separación del periodista Pedro J. Ramírez. Este la había comprado a la viuda académico Joaquín Calvo Sotelo en los años noventa. Actualmente los propietarios son sus hijos, Cósima y Tristán. De hecho, fue este último quien presentó el recurso que ahora ha desestimado la Audiencia Nacional.
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