Familia

El sencillo acto que fortalece el vínculo entre padres e hijas

Un estudio entrevista a mujeres nacidas entre 1950 y 1994, con el fin de explorar cómo ha evolucionado la relación entre padres e hijas

Padre e hija subida en los hombros. Concepto de paternidad
Padre e hija subida en los hombrosDreamstime

En el ajetreado día a día de una familia, un estudio reciente revela una actividad sencilla que puede fortalecer el vínculo entre un padre y su hija: el deporte. Si bien el amor y el apoyo siempre han sido esenciales, la actividad física juega un papel fundamental en la creación de lazos emocionales sólidos.

Un estudio de la Universidad de Essex ha demostrado que practicar ejercicio juntos, incluso con algo tan simple como caminar o jugar a la pelota, puede acercar más a padres e hijas. Según el doctor John Day, psicólogo clínico y experto de la Escuela de Salud y Asistencia Social, "las hijas siempre han buscado formas de acercarse a sus padres, mientras que esta intención ha sido algo más reciente para los padres". El análisis incluyó entrevistas a mujeres nacidas entre 1950 y 1994, con el fin de explorar cómo ha evolucionado la relación entre padres e hijas a lo largo del tiempo. Los resultados destacan que el ejercicio físico es un vehículo para fortalecer la conexión emocional.

El doctor Day explica que, desde la perspectiva de los padres, la actividad física no solo permite mantener una identidad masculina, sino que también facilita una relación de paternidad más cercana y relajada. "Los padres se sienten más cómodos cuando interactúan con sus hijas a través del deporte, lo que les permite asumir un nuevo rol en su vida familiar", añade el experto.

En el estudio, las mujeres de generaciones anteriores, nacidas a mediados del siglo XX, describen a sus padres como proveedores y figuras presentes, aunque no necesariamente involucradas en la crianza diaria. Para ellas, el amor paternal era implícito, pero no siempre expresado verbalmente. Por otro lado, las mujeres nacidas entre los años 80 y 90 del siglo pasado consideran que sus padres estaban más comprometidos con la crianza. Muchas recuerdan actividades como correr por las mañanas o montar en bicicleta los fines de semana junto a sus progenitores.

Finalmente, el doctor Day enfatiza que el deporte no solo promueve un estilo de vida saludable, sino que también crea un espacio ideal para que las conversaciones fluyan de manera natural. Padres e hijas que practican ejercicio juntas no solo mejoran su salud física, sino que cimentan una relación basada en la confianza, la comprensión y el respeto mutuo.