El puente internacional más corto del mundo une España y Portugal, salva un arroyo y tiene poco más de tres metros de largo

En estos días en que la disputa entre España y Portugal ha vuelto a la palestra después de que el ministro de Defensa luso reivindicase la "portugalidad" del municipio de Olivenza, que el país vecino perdió ante el nuestro en la conocida como Guerra de las Naranjas en 1801, cabe recordar que salvo excepciones las relaciones entre ambas naciones hermanas siempre han sido más que cordiales como el hecho de que la frontera que las separa es una de las más antiguas y estables del mundo.

De hecho, la raya, como es conocida la línea fronteriza que separa España de Portugal, mide 1.234 kilómetros, lo que la convierta en una de las más extensas de Europa. En muchas partes la frontera viene determinada por cursos de agua, como el Guadiana, el Duero o el Miño. Para salvar estos ríos ha sido necesario construir grandes puentes que permitan el paso sencillo de un lado a otro. A lo largo de la Historia los ha habido de todo tipo y condición y hoy en día los hay que soportan un altísimo tráfico rodado y ferroviario y que hacen posible el comercio internacional a gran escala.

Los hay de todo tipo pero España puede presumir de contar con uno que, aunque a menudo suele pasar desapercibido, sí que es único en el mundo: es el puente internacional más corto del mundo. Se trata del puente que une España y Portugal sobre el río Abrilongo, en el caserío de El Marco, y separa los municipios de La Codosera, en la provincia de Badajoz, y de Arronches, en la región lusa del Alentejo. De hecho, está a apenas 75 kilómetros al norte del "disputado" municipio de Olivenza.

Este puente tiene unas medidas de 3,20 metros de longitud y apenas 1,45 de ancho y fue reconstruido en el año 2008 con Fondos Europeos.

Este pequeño río, más bien un arroyo, nace en el municipio luso de Arronches y desemboca en el río Gévora, un poco río abajo de Ouguela, tras recorrer unos 30 kilómetros. Limita con España desde aguas arriba de la aldea de Marco/El Marco hasta un poco aguas abajo de la confluencia con la ribeira de Ouguela, en la zona de la antigua Contenda de Arronches. Es tan estrecho su cauce que en muchos tramos bastaría saltar con un poco de impulso para pasar de un país a otro.

Del puente primigenio, no se sabe mucho. La construcción se remonta a una época en la que las comunicaciones entre localidades eran mucho más rudimentarias que en la actualidad. No se tiene un registro exacto de su fecha de construcción, pero se estima que fue edificado durante los siglos XVI o XVII.

La necesidad de cruzar el río Abrilongo para conectar las localidades de La Codosera y Arronches hizo que se construyera esta pequeña infraestructura. En aquella época, los materiales y las técnicas de construcción eran limitados, por lo que se optó por una solución sencilla y funcional: un pequeño puente de piedra que permitiera el paso de personas y animales. A lo largo de los siglos, el puente ha sido objeto de diversas reparaciones y modificaciones. Sin embargo, su estructura básica se ha mantenido prácticamente inalterada,

En cuanto al puente actual, que sustituyó a otros muchos provisionales que los propios vecinos fueron construyendo con sus propios medios y que desaparecían cada vez que había una crecida, solo está permitido el paso de peatones y bicicletas y, de hecho, lo que une es prácticamente un camino vecinal entre ambas localidades, la española de un lado y la portuguesa de otro.

Y es que, de la parte hispana, la historia de La Codosera es la de un pueblo fronterizo, por su situación junto a la “Raya” de Portugal. Y aunque a lo largo de los siglos nunca ha estado despoblado, la cultura fronteriza ha marcado su vida. En esta frontera no hay aduana, ni banderas, ni siquiera una placa en la que nos diga de qué lado de la frontera estamos, aunque sí existen sendos hitos de granito, uno a cada lado del puente (713 B BIS y 713 B), instalados por el Centro Geográfico del Ejército, unidad encargada de recorrer la frontera en su totalidad y revisar que su representación física, sea mediante hitos o placas sea correcta, así como de hacer un mantenimiento de la misma y colocar nuevas marcas donde se cree un nuevo paso que comunique ambos países o se requiera delimitar.