
Comparecencia
Sánchez no concreta el gasto militar y abraza el ejército europeo
El presidente pide "superar el bloqueo de la melancolía" para asumir el necesario "esfuerzo adicional en seguridad" sin entrar a detallarlo
No hubo giro de guion. Pedro Sánchez llegaba hoy al Congreso de los Diputados para marcar la posición del Gobierno sobre la apuesta europea por la Defensa. Lo ha hecho sin una postura cohesionada dentro de la coalición y con la profunda incomodidad que esta cuestión genera en el Ejecutivo, porque visibiliza nítidamente las fisuras de la mayoría de investidura que le llevó al poder. Una mayoría cada vez más precaria, si no inexistente, en esta y otras materias como los Presupuestos.
El presidente apenas aportó novedad alguna sobre las intervenciones públicas precedentes y centró el grueso de su intervención en generar un ambiente de excepcionalidad en el que Europa deberá protegerse sola. Para ello, pidió "valentía" y "dar un paso al frente" a los europeos ante los nuevos desafíos que plantea el escenario internacional. La intervención de Sánchez ha estado dirigida a hacer "pedagogía" y a trasladar a la opinión pública la gravedad del momento, un nuevo orden mundial, marcado por las "nuevas amenazas" que se ciernen sobre Europa ante la incomparecencia de EE UU y las ansias expansionistas de Rusia.
En este punto, Sánchez ha confirmado su intención de cumplir con el compromiso de invertir el 2% del PIB en Defensa pero sin aportar ninguna concreción sobre sus planes, más allá de asegurar -como gesto a sus socios- que lo hará sin tocar "ni un céntimo del gasto social". Así, ha pedido "superar el bloqueo de la melancolía y adaptarnos a la nueva situación. Ya no podemos asumir que nos van a proteger nuestros cielos, infraestructuras o fronteras", ha señalado, apuntando que "debemos hacerlo nosotros, de forma eficaz y coordinada. El momento es ahora. Hay que avanzar hacia la integración de una política de seguridad y defensa europea".
Para ello, Sánchez ha defendido por primera vez la creación de un "ejército europeo", integrado "por los 27 países", de modo que se guíen "con la misma bandera y con los mismos intereses". "Solo así nos convertiremos en una verdadera unión y garantizaremos una paz duradera en nuestra región", ha subrayado. Esto supone una escalada en el discurso, porque, tal como reconocen desde su entorno, el presidente español era de los pocos que todavía no había abogado públicamente por la creación de esta fuerza armada unitaria.
Y esto, porque "hoy Europa carece de una política de seguridad y defensa común", una realidad que, "hasta hace poco no era un problema prioritario·, pero que ahora sí lo es porque el escenario ha cambiado y no por nuestra culpa". Debemos aceptarlo, debemos superar el bloqueo de la melancolía y adaptarnos a la nueva situación", una situación que exige hacer un "esfuerzo adicional" en materia de Defensa.
El presidente ha tildado de "especulaciones" el baile de cifras de aumento del gasto en Defensa referenciadas al PIB que están dando algunos países, pero ha avanzado que España está comprometida con cumplir los objetivos que se fijen por dos cuestiones. La primera, por una vocación europeísta, porque "Europa ha estado con nosotros cuando la hemos necesitado", ha señalado, en alusión a la pandemia y a los Fondos Next Generation.
"España no va a quedarse fuera del consenso comunitario", ha resuelto. Y la segunda, por responsabilidad. Porque la "seguridad de Ucrania y de Europa es también la nuestra. Las amenazas son reales y compartidas", ha asegurado. "Quiero una vez más que nuestros ciudadanos tengan claro que mientras este Gobierno siga en pie, mientras yo sea presidente, este esfuerzo adicional en seguridad no se hará en detrimento del estado del bienestar. Al contrario, vamos a complementarlo", ha revindicando Sánchez.
Al Parlamento, lo justo y necesario
En este sentido, el jefe del Ejecutivo ha reiterado su voluntad de "llevar al Parlamento todo lo que tenga que pasar por el Parlamento", esto es, lo estrictamente necesario. Todo aquello que no pueda aprobarse a través del Consejo de Ministros o articulando la ingeniería presupuestaria, para ir moviendo fondos de unas partidas a otras. El presidente ha querido desligar el cuánto y cómo debe financiarse la Defensa de lo "realmente importante" que es, en su opinión, "si invertimos mejor y si lo hacemos juntos todos los europeos". "Lo que debemos hacer es crear el ejército europeo, unas fuerzas armadas comunitarias", ha reclamado.
En todo caso, la intervención de Sánchez no ha aportado ninguna concreción sobre sus intervenciones públicas precedentes, tal como ya adelantó este diario, el presidente ha pedido esperar a saber "con qué recursos europeos contamos", cuando se articulen las herramientas financieras en Bruselas, para "fijar nuestra senda de gasto nacional". Desde Moncloa ya apuntaron que hasta junio, cuando se celebra la cumbre de la OTAN de La Haya, no habrá datos concretos sobre los que trabajar: de gasto ejecutado y de objetivos actualizados de inversión.
Un plan nacional vacío
El presidente ha anunciado un Plan Nacional para el Desarrollo e Impulso de la Tecnología y la Industria de la Seguridad y la Defensa española que se pondrá en marcha antes del verano. Un cascarón vacío, pues todavía no está dotado de contenido alguno, como reconocen fuentes gubernamentales, más allá de emular una fórmula similar al Plan de Recuperación y Resiliencia que operó después de la pandemia, para analizar programas de colaboración publico-privada y que permita dar un salto industrial. "Mirando al Este, pero también al Sur y apostando por la innovación y las tecnologías de doble uso", ha señalado.
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