La noria

El alto precio a pagar por tener memoria democrática

El reloj se ha parado en la Puerta del Sol y el Gobierno ha retrocedido 50 años. Hoy cambiamos la hora, pero no avanzamos

Memoria democrática
Memoria democráticaIlustraciónPlatón

El ambiente en Sol está calentito después de que el Gobierno llevase al Tribunal Constitucional la modificación legislativa de la Comunidad de Madrid para no declarar la Real Casa de Correos, sede del Ejecutivo regional, Lugar de Memoria Democrática. Las agujas de ese reloj que nos da la bienvenida año tras año se han parado (por mantenimiento).

Su puesta de nuevo en marcha, dentro de unos quince días, coincidirá, si todo va según lo previsto, con el encendido de los hornos a más de mil grados que empezarán a fabricar esas placas de reconocimiento a "las personas que fueron perseguidas, encarceladas, torturadas e incluso perdieron su propia vida en defensa de la democracia y la libertad" (Preámbulo de la Ley 20/22), y que traen de cabeza a la lideresa madrileña. El Gobierno se ha empeñado en ponerlas e imponerlas, no por el artículo 33, sino por el 53.

El importe, según la memoria (otra vez la palabra) justificativa del Ministerio de Política Territorial, asciende a 72.144,07 euros, siempre con IVA. Ahí se incluyen, aparte de la fabricación, el embalaje, el transporte, el viaje y ¡hasta las dietas! Pero, como en todo contrato, hay letra pequeña, y debemos recordar que este es un Gobierno muy comprometido con el medio ambiente, y, bajo pena de multa, la empresa que las fabrique debe promover el reciclado durante su elaboración. ¡Ay de aquel que no use vasos biodegradables!

Por el momento ya hay asignadas 22 placas que corresponden a los Lugares de Memoria reconocidos como tal (nueve en Andalucía, uno en Castilla y León, siete en Madrid –sin contar, por supuesto, con la Real Casa de Correos–, uno en La Rioja, dos en el País Vasco, otro en Asturias y el último, en Murcia). Así que a día de hoy nos sale a más de 3.000 euros la plaquita.

El diseño, que nos cojan confesados, lo hará la propia Secretaría de Estado. Dice el Ministerio: "La colocación de dicha placa servirá como acto de inauguración y promoción de dicho lugar. Contará, siempre que sea posible, con todas las autoridades de las distintas administraciones comprometidas, además de con toda la ciudadanía". Y ahí viene el quid del asunto.

Pongámonos en la situación de que el Constitucional dicte que hay que poner sí o sí la placa. En el Gobierno, tal y como están las cosas con la Comunidad de Madrid, ya se han puesto la venda antes de la herida, de ahí que incluyan el "siempre que sea posible". Ya daban por hecho que Ayuso no acudiría (una pena que Martínez-Almeida seguramente tampoco, ya que es espectáculo puro en eso de las inauguraciones).

Y es que el enfrentamiento entre el Ejecutivo y Madrid está en su punto más álgido después de que la presidenta haya vetado a todos los representantes del Gobierno del acto del Dos de Mayo, precisamente en la Real Casa de Correos, y después de que se pusieran trabas a Ayuso para la jura de bandera en Alcobendas, y que tampoco se vaya a efectuar la clásica parada militar bajo ese reloj que no marca las horas.

Pero el tiempo apremia para Pedro Sánchez. Quedan 235 días para el "día grande", la cúspide de esas celebraciones de los "50 años de España en libertad", la muerte de Francisco Franco. Así que ¡hala, mientras, a tirar la casa por la ventana! Porque su dinerete nos va a costar. Solo el "servicio de creatividad, diseño y producción para el conjunto de campañas y acciones de divulgación sobre el valor de las libertades y la democracia en España": 6.035.000 euros. Y eso sin contar los múltiples actos.

La gestión y edición de contenidos web nos saldrá por más de 18.000 pavos y se hará cargo una joven, que comenzó con la producción de festivales, llamada Alicia Alonso. La redacción de textos y materiales de comunicación para las actividades de conmemoración, al módico precio de 15.125 eurillos. Será otra mujer quien se ocupe de ello: la escritora Miriam Rodríguez Debasa. Ambas, gallegas.

También hay que recordar a los jóvenes que han nacido en libertad. Porque hay que aleccionar a esta "generación USB", que debe estar estudiando cómo encender una radio a pilas para meter en ese kit de supervivencia "patrocinado" por la Unión Europea. Por eso, desde el Ministerio han encargado también que se diseñen unas líneas estratégicas sobre juventud y democracia. El monto: 17.666 euros. La hora ha cambiado hoy, pero parece que el reloj se haya parado hace unas cuantas décadas. Así no hay modo de avanzar.