Tomás Gómez

Romper la disciplina de voto

Los delincuentes, si tienen diputados y son necesarios para el líder socialista, tienen privilegios, se anulan sus condenas y salen y entran del país a su antojo

El PSOE insiste en que el PP pagó un viaje a Venezuela con dinero de las Cortes y la Eurocámara y exige devolverlo
La portavoz del PSOE, Esther PeñaEuropa Press

Si pensábamos que habíamos visto todo en la política, estábamos equivocados. El ridículo al que se ha sometido el país, con la entrada triunfal, discurso y nueva fuga de Puigdemont, es la última cacicada.

Si el acuerdo con ERC repugna a los ideales socialistas, la vuelta del prófugo y su salida de España pone de manifiesto algo más que un fallo en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Hay tres administraciones responsables: Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona.

De la actuación de los Mossos deberían derivarse responsabilidades penales, pero lo que hay que determinar es si la Guardia Civil, la Policía Nacional y el CNI recibieron instrucción de no detenerle y, en su caso, quién dio la orden.

A estas alturas es muy difícil creer que Puigdemont escapó por casualidad o negligencia, aunque el intento de que lo creamos demuestra la opinión que tiene Sánchez de la inteligencia media de los españoles.

Con el número orquestado del jueves, Junts salva los muebles, ERC sale del callejón sin salida en que estaba, Illa es investido y Sánchez se asegura el voto de los exconvergentes. Es España no todos somos iguales.

Los delincuentes, si tienen diputados bajo sus órdenes y son necesarios para el líder socialista, tienen sus privilegios, se anulan sus condenas y salen y entran del país a su antojo.

La intromisión en las decisiones judiciales, la persecución de jueces cuando intentan investigar ciertas causas y la utilización de la seguridad del Estado en beneficio propio describen regímenes como el venezolano.

En el PSOE hay dirigentes y cuadros medios preocupados por la deriva de los acontecimientos. Es responsabilidad suya colaborar con esas decisiones o enfrentarse a ellas. Grandes problemas requieren soluciones excepcionales.

En las Cortes habrá que votar el indecente acuerdo. La disciplina de voto exige a diputados y senadores acatar las decisiones de la dirección, pero en esta ocasión tendrán que dirimir si contribuyen a la destrucción de la igualdad entre españoles o anteponen las ideas socialistas y rompen la disciplina de voto. Yo votaría en contra.