Interior

Grito de socorro en una cárcel por la DANA: "140 funcionarios llevan atrapados más de 24 horas"

Acaip-UGT denuncia una "situación crítica para mantener la seguridad" con funcionarios que llevan más de un día trabajando sin relevo

Imagen de la cárcel de Picassent
Imagen de la cárcel de Picassentlarazon

En el Centro Penitenciario Valencia y en el Centro de Inserción Social (CIS) Torre Espioca, ambos situados en la localidad valenciana de Picassent, se encuentran en una situación crítica para garantizar la seguridad y el bienestar de más de 2.000 internos. En torno a 140 funcionarios permanecen prestando servicio desde hace más de 24 horas al haber quedado atrapados en las instalaciones carcelarias y en del CIS por los cortes de tráfico y los accesos bloqueados que han provocado los estragos de la DANA que azota nuestro país, con especial violencia en la Comunidad Valenciana.

Así lo denuncia a LA RAZÓN el sindicato mayoritario de prisiones, Acaip-UGT. Estos largos turnos que están asumiendo los trabajadores de Instituciones Penitenciarias son muestra, señalan, del "compromiso" que mantienen con su labor ya que lo están haciendo "para evitar interrupciones en los servicios fundamentales" de esta cárcel y el CIS, que van desde el reparto de medicación entre internos hasta el suministro de metadona.

Estos funcionarios de Picassent son, para el sindicato, un ejemplo, como tantos otros hay, de la "labor silenciosa que desempeñan muchos trabajadores esenciales durante una emergencia climática", como es, en este caso, la fuerte DANA que ha dejado ya más de 90 muertos en nuestro país, siendo las regiones valenciana, andaluza y castellano-manchega las más gravemente afectadas.

Advierten desde Acaip-UGT que "la situación es especialmente compleja dentro del entorno penitenciario, donde cualquier alteración en las rutinas puede provocar tensiones en la convivencia diaria". En este sentido, se lamenta que, a pesar de esta "difícil situación", algunos juzgados han exigido la presencia de internos en audiencias o se mantuvieron programadas videoconferencias, "sin considerar las dificultades logísticas y el agotamiento e un personal que no ha tenido relevo desde el día anterior".

Acaba por afirmar que "los trabajadores penitenciarios, aunque menos visibles, siguen asegurando que, en medio de la crisis, la seguridad y la orden se mantengan" en Picassent, "demostrando que la labor esencial va mucho más allá de las emergencias visibles en el exterior".