Los funcionarios de Justicia quieren salir hoy del ministerio con un calendario de negociación cerrado

Esta mañana en el Ministerio de Justicia habrá movimiento. Los principales sindicados de los funcionarios de justicia se reúnen por primera vez con el nuevo secretario, Manuel Olmedo. Y acudirán a la cita con un objetivo en el horizonte: salir de allí con un calendario de negociación cerrado y concreto, que incluya los temas que se van a abordar en cada momento, para que se dé respuesta a sus principales reivindicaciones: una subida salarial y la regulación de las funciones.

A la cita acudirán CSIF, STAJ, CCOO y UGT, en diferentes horarios, uno detrás de otro. Quieren que sus sueldos se ajusten en el mismo rango en el que se les ha subido a jueces y fiscales y a los Letrados de la Administración de Justicia (LAJ). A principios de octubre, el Consejo de Ministros aprobaba un incremento para estos colectivos de entre 430 y 450 euros , una medida pactada tras las huelgas que estos colectivos protagonizaron en el primer semestre del año y que se debió realizar en julio.

Tal como informan desde CSIF y desde el Sindicato de Trabajadores de Administración de la Justicia (STAJ), se supone que es una reunión de “presentación”, a pesar de que Olmedo es una cara conocida , ya que con la anterior ministra Pilar Llopejerció como secretario para la Innovación y Calidad del Servicio Público de Justicia.

“Vamos con ánimo constructivo, pero con un planteamiento firme, porque la falta de negociación fue lo que nos llevó a la huelga”, explica a LA RAZÓN Javier Jordán de Urriés, presidente de CSIF, que afirma que esperan encontrar una propuesta sobre la mesa.“Entre los funcionarios hay una impaciencia absoluta por saber qué va a plantear el ministerio y si es sensible a las movilizaciones que hubo antes de las elecciones”, añade Alberto García, portavoz de STAJ, a este periódico. De hecho, la huelga se canceló con motivo del adelanto electoral.

Sobre el triple rol de Félix Bolaños -ministro de Presidencia, de Relaciones con las Cortes y de Justicia-, hay diferencia de opiniones al plantear si esto beneficia o perjudica a la consecución de sus objetivos.

“Tiene su parte buena y su parte mala. Si decide imponer su criterio, habrá más conflicto; pero si quiere negociar, tiene más margen para decidir y agilizar las decisiones porque es el ‘segundo de a bordo’”, reflexiona el representante deSTAJ.

Por su parte, Jordán destaca que ahora Olmedo repite en el equipo de Justicia, pero en un rol distinto y “tiene galones de ministro”, pues es la primera vez desde Belloch (cuando Justicia iba con Interior) que la cartera de Justicia “no va sola”

Las reivindicaciones

El ajuste salarial que solicitan debe compensar las pérdidas de poder adquisitivo, indican, y también deberían aplicarse tanto al sueldo base como al complemento general, porque hasta ahora se han dado ajustes a través de complementos transitorios.

También las reformas organizativas, ya que actualmente conviven el papel y los documentos digitales. “Si se pusiera al personal a digitalizar lo antiguo, en dos o tres años tendríamos todo digitalizado. Pero si solo se reparten unos escáneres para digitalizar solo lo que entre, terminaremos en diez o doce años, cuando otras tecnologías estén vigentes. Seguiremos en la caverna”, concluye el portavoz de STAJ.

Por otra parte, indican que habría que fomentar la carrera profesional y mejorar la gestión de personal y de los procesos selectivos, en los que hay una “parálisis” de los nombramientos que están pendientes. Al final, las plazas se cubren con funcionarios interinos y se perjudica a los derechos de los ciudadanos. “Se necesita un cambio integral”, señalan.

Otro escollo que tienen que sortear es el proyecto de Ley Orgánica de Eficiencia Organizativa del Servicio Público de Justicia, que genera dudas entre los representantes de los funcionarios del sector. En CSIF señalan que es prioritario abordar este texto legal para “negociar un nuevo modelo de justicia” y en STAJ vaticinan que, con esta norma, “se crearán tribunales gigantescos” y se pondrá fin a la especialización de los funcionarios.

Sobre si habrá más movilizaciones, señalan que, por responsabilidad sindical, priorizarán la negociación. Pero advierten: cuando no hay diálogo, toca movilización.