Diputados y ministros violan reiteradamente el Reglamento del Congreso y publican imágenes del hemiciclo

España asiste a unos tiempos en los que el 'todo vale' parece haberse convertido en el máximo imperativo. La política ha dejado de ser por y para el pueblo y ha pasado a ser un espectáculo en el que los políticos parecen haber normalizado que otros representantes actúen sintiéndose impunes y saltándose cuantas leyes se topen por el camino.

Por ello, cuando quienes ostentan el poder ignoran las normas básicas, el mensaje que se transmite a la sociedad es el de erosión de la credibilidad de las instituciones; más aún cuando se trata de la casa de la soberanía nacional.

Sin embargo, la sociedad lleva asistiendo atónita a los episodios de patio de guardería en que se ha convertido el Hemiciclo del Congreso de los Diputados desde hace un tiempo, por lo que a nadie se ha sorprendido que, una vez más, ni la presidencia del Congreso, ni los propios diputados y miembros del Gobierno, hayan respetado la normativa que regula la actividad del Poder Legislativo.

Hacer fotos y vídeos en el Hemiciclo: una práctica común entre los diputados

El Pleno del Congreso de los Diputados tumbó ayer el proyecto de Ley de creación de la Agencia Estatal de Salud Pública (AESP) y modificación de la Ley General de Salud Pública por la que el Ejecutivo pretendía mejorar la vigilancia epidemiológica y la prevención sanitaria ante posibles crisis y los "desafíos del siglo XXI", tal y como argumentó en la Tribuna la ministra de Sanidad, Mónica García.

Gracias a los votos en contra del Partido Popular, Vox y Junts per Catalunya, la ley no salió adelante debido a los 176 votos en contra, 167 votos a favor y las dos abstenciones (de BNG y UPN); un resultado inesperado porque el PP sí que estuvo a favor de la creación de la agencia en la Comisión de Sanidad del Congreso, pese a tener diferencias y haber presentado enmiendas al texto.

A ello se le sumó la actitud que adoptaron gran parte de los diputados del Partido Popular, cuando durante la intervención de la ministra de Sanidad se levantaron de sus escaños y comenzaron a dar golpes con la mano al borde de la bancada del Hemiciclo para interrumpir su ponencia.

Tal fue el descontento de unos y de otros, que diferentes diputados y miembros del Gobierno decidieron inmortalizar ese, y otros momentos, con sus teléfonos móviles para después compartirlo en sus correspondientes perfiles en redes sociales.

De esta manera, diputados del Partido Popular como Cayetana Álvarez de Toledo o Pedro Muñoz, así como del PSOE, como Víctor Gutiérrez, secretario de políticas LGTBI de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, decidieron llevar a cabo esta práctica prohibida por el Reglamento del Congreso de los Diputados e inmortalizar tales momentos. Una práctica que, para más inri, también decidieron llevar a cabo diferentes miembros del Gobierno, como el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar López, o la ministra de Sanidad, Mónica García.

El Reglamento del Congreso lo prohíbe tajantemente

Pese a que esto sea una práctica común, lo cierto es que el Reglamento del Congreso de los Diputados prohíbe tajantemente grabar o fotografiar dentro de la Cámara sin consentimiento expreso de la presidencia, tal y como se detalla en su Artículo 98.3.

"Nadie podrá, sin estar expresamente autorizado por el Presidente del Congreso, realizar grabaciones gráficas o sonoras de las sesiones de los órganos de la Cámara", versa la norma por la que se rige la actividad parlamentaria.

Sin embargo, y pese a que los diputados persistan en esta práctica hasta tal punto en el que se haya convertido en algo común, el problema no solo erradica en que algunos miembros de la Cámara infrinjan la normativa, sino en la falta de consecuencias y de la máxima autoridad del Congreso: la presidenta Francina Armengol, o en su defecto quien haya sido designado para su sustitución, ya que el propio Artículo 107 del Reglamento versa que "el Presidente velará en las sesiones públicas por el mantenimiento del orden de las tribunas". Algo que, a la vista está, no se está llevando a cabo.