Entrevista
El JEMAD: "Los países del Sahel no solo necesitan adiestramiento, también armamento"
El almirante general Teodoro Esteban López Calderón reconoce que las Fuerzas Armadas aún tienen "carencias", pero ve avances. Pide "no dejar en manos de Rusia" el flanco Sur
En el más de medio siglo que lleva en las Fuerzas Armadas, el almirante general Teodoro Esteban Calderón (Cartagena, 1954) ha sido testigo de su evolución, pero también de la de las amenazas. Por eso, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) pide más personal para hacer frente a los nuevos retos y riesgos. Pero no se olvida de los clásicos, muchos de los cuales vienen del sur, del Sahel, una región clave a cuyos países, insiste, "no hay que dejar en manos de Rusia". Y avisa: "Seguimos teniendo carencias".
¿Cómo ha visto evolucionar a las Fuerzas Armadas?
Lo han hecho igual que la sociedad. Ha sido una evolución con un éxito en su adaptación a la realidad y una adaptación tecnológica al mundo actual. Hemos sido capaces de hacerlo conservando los valores vocacionales del militar español. Nos hemos sabido adaptar a la evolución de los tiempos y de las amenazas, que se han incrementado de una manera no prevista.
Superados los años de recortes, ¿sigue habiendo carencias?
Recuperar las carencias de los años de no inversión no se puede hacer de un día para otro. Seguimos teniendo carencias. Lo que ha empezado es el proceso de recuperación con el incremento del presupuesto y tenemos planificado cómo invertirlo para llegar en 2029 al 2% del PIB. Habrá que esperar, pero en un plazo de cinco, seis o siete años tendremos unas Fuerzas Armadas en condiciones. ¿Por qué? Porque la demanda internacional por las crisis que estamos viviendo, no solo en Ucrania, hace que la industria no sea capaz de entregar todo lo que necesitan los países a tiempo. Hay que esperar a que esas adquisiciones, que ya se están haciendo y contratando, lleguen.
Usted dijo que uno de los problemas era la falta de personal...
Sí, nos hace falta más personal porque han aparecido necesidades y capacidades que antes no existían. Por ejemplo, se creó la UME sin incremento de personal y ha cogido una importancia descomunal todo lo que afecta a la transformación digital, con lo cual necesitamos más personal y mejor preparado. Esa transformación digital también ha traído una vulnerabilidad, los ataques cibernéticos, con lo cual necesitamos potenciar nuestra capacidad de defensa y de operación en ese nuevo campo de confrontación, que está amenazado permanentemente. El personal que hace falta es un personal que no estaba contemplado en la Ley del de la Carrera Militar de 2007, que el margen que daba era de 120.000 a 140.000. Estábamos en el mínimo, en 120.000. Necesitamos gente y cambiar la calidad y la formación para hacer frente a las nuevas amenazas. Y preocuparnos de un nuevo dominio de confrontación y posible combate, el espacial. Hay infinidad de nuevas capacidades, responsabilidades y amenazas que exigen ese incremento.
"Hace falta más personal porque hay amenazas y necesidades que antes no existían"
Pero las amenazas clásicas siguen y vemos un incremento de misiones tradicionales... Con el presupuesto actual, ¿se pueden mantener tantos despliegues?
El despliegue que tenemos es proporcional a la importancia de España en la Alianza Atlántica. Las operaciones tienen prioridad absoluta y son sufragadas con los créditos necesarios para cumplirlas. Ahí no existen restricciones.
¿Es una forma de compensar el no haber llegado al 2% del PIB?
Nosotros, sin llegar a ese 2%, estamos haciendo la contribución que nos corresponde. No quiero hablar de ningún país, pero otros con más porcentaje del PIB contribuyen menos. Se podría decir que en el PIB no, pero en contribución estamos bastante bien, al igual que en el porcentaje del presupuesto que se dedica a obtención de capacidades. No solo es cuestión de presupuesto, también es contribución y adquisiciones para modernizar y mantener una diferencia tecnológica con los posibles enemigos.
España ha reforzado mucho las fuerzas de la OTAN en el Este... ¿Habrá nuevas misiones más allá del próximo despliegue en el batallón de Rumanía?
Previsiblemente, no. Lo nuevo será ese subgrupo táctico que vamos a desplegar en Rumanía dentro del grupo táctico que lidera Francia.
Y en Eslovaquia, además de los helicópteros, ¿se desplegará más armamento?
Lo único previsto es que estamos esperando a que los eslovacos terminen de acondicionar el aeródromo para recibir los helicópteros. Allí lideramos un grupo táctico multinacional que está permanentemente desplegado, pero que en un espacio de tiempo de 10 días tenemos que ser capaces de elevarlo a nivel Brigada. Es responsabilidad española como nación marco. Y eso se practica. Temporalmente habrá un ejercicio OTAN en el cual tendremos que incrementar los medios para elevar el grupo táctico a nivel Brigada. Es un ejercicio que se hace periódicamente: se comprueba, se despliega y se vuelve.
Mientras, se sigue enviando armamento a Ucrania. ¿Hasta cuándo se puede mantener?
Hace tiempo que no solo se da lo que teníamos en un ciclo de vida final pero útil. Lo que se está haciendo es adquirir material nuevo. Aunque las Fuerzas Armadas ya no sean capaces de dar más de lo que tienen, la intención del Gobierno y la UE es muy clara: mantener el apoyo a Ucrania el tiempo que sea necesario a base de adquirir nuevo material y que las industrias sean capaces de producirlo y entregarlo en los tiempos que necesita Ucrania para mantener su defensa.
"Otros países con más porcentaje del PIB que nosotros para defensa contribuyen menos a las misiones"
¿Cómo ve la situación allí?
Muy estancada. La contraofensiva ucraniana del verano pasado, probablemente por no disponer del apoyo aéreo necesario, se detuvo y no tuvo el éxito que se pretendía. Pero las capacidades y los ataques de Rusia tampoco están consiguiendo un movimiento definitivo que pueda permitir a Rusia un gran avance. Es una guerra de atrición, de avances lentísimos de Rusia, con unas pérdidas humanas y de material muy importantes y que dan sensación de estancamiento grande. No se ve un elemento que pueda romper ese equilibrio, con un poco de ventaja de Rusia, porque tiene más soldados y más capacidad de absorber bajas.
¿Veremos el final?
El final cercano, no. A ver qué pasa con las elecciones de EE UU y las decisiones que se toman, pero ya hablamos del año que viene.
Mucho esfuerzo en el Este mientras en el Sur se reduce y aumenta la presencia de Rusia. ¿Qué se ha hecho mal en el Sahel?
Creo que ha habido un exceso de restricción de apoyo a las Fuerzas Armadas de los países del Sahel que luchaban contra el terrorismo. No se ha reaccionado a tiempo para darles no solo adiestramiento, sino el armamento que necesitaban. Quizás sea la causa más importante. Al sentirse amenazados, han recurrido a Rusia, que les ha proporcionado inicialmente el apoyo que necesitaban. Ahora mismo, las misiones de la UE han desaparecido de Mali, Níger o Burkina Faso. Pero hay que mantener el contacto con esos países y no dejarles en manos de Rusia. La UE y los países occidentales que nos vemos muy afectados por el terrorismo instalado en el Sahel tenemos que seguir apoyándoles. Eso sí, de una manera diferente a los despliegues permanentes. Ha de ser de manera bilateral, país a país, no regionalizando el Sahel como una sola cosa, porque los países son distintos y las necesidades también. Y estar allí, porque nos conviene que sean capaces de vencer al terrorismo, que es una de las causas de todo el problema enorme de emigración que estamos recibiendo.
"Las operaciones en el exterior tienen prioridad absoluta. Ahí no hay restricciones"
¿Como las misiones de diplomacia de defensa? ¿Hay algo ya?
Sí, pero los países tienen que querer. Hay algo preparado para apoyarles bilateralmente en aquellas cuestiones en que sea factible por nuestra parte, que sea autorizado y que sea necesario para ellos.
¿La elección de un español como representante de la OTAN en el flanco Sur ayudará?
Sin duda. En el sur tenemos un problema de terrorismo y los países del Sahel no son capaces de eliminarlo. Y eso tiene un impacto directo en la seguridad de los países europeos de la Alianza. La OTAN ya lo detectó, pero hemos pasado unos años en la fase conceptual y hay que materializarlo. Que los países a los que se quiere ayudar sientan el apoyo de la Alianza para mejorar sus capacidades. Esperamos que con esa figura se pueda, como decimos en términos militares, operacionalizar lo aprobado en Madrid.
Esa inmigración de la que hablaba es la que ahora algunos les piden combatir...
Las Fuerzas Armadas tienen entre sus misiones el apoyo a la Administración General del Estado. Si nos lo piden, tendremos que hacerlo, pero tiene que ser posible y de acuerdo con las leyes, es lo único que digo. Ha de ser una misión realizable, no un imposible, y tiene que estar de acuerdo con la legislación vigente, española e internacional.
Y mientras, la situación se agrava y tensa aún más en Líbano...
Ahora mismo es una situación compleja. El reciente ataque en los Altos del Golán supuso un cambio importante en la situación. Estamos esperando a ver qué ocurre. Confiamos en que no se crucen líneas rojas que puedan provocar un frente que hasta ahora no le interesaba ni a Israel, porque ya tiene un problema grande en Gaza, ni a Hizbulá, porque Líbano no se puede permitir un conflicto armado. Creemos que no hay interés por ninguna de las partes, pero cuando la situación es tan incierta y tan peligrosa, cualquier error puede provocar el desastre.
Tras casi 20 años de misión en Líbano, ¿esto puede verse como un fracaso de la misma?
Allí hay un problema de fondo que origina la situación de conflicto en Oriente Próximo desde hace años, que es el problema palestino, que está en la base de todos los problemas de la zona. Lo que sí se ha conseguido es que desde 2006 no vaya más. Ahora ha ido a más por la causa palestina, no por Hizbulá. Hay aspectos que podrían ser mejorables, como llegar a un acuerdo de la delimitación de la frontera terrestre entre Líbano e Israel, una de las causas de conflicto actual y que, por ejemplo, se consiguió en la parte marítima. Eso no quiere decir que se vayan a arreglar las cosas, pero hay que ir paso a paso eliminando causas de tensión. Pero mientras el problema palestino esté ahí, la tensión entre el mundo árabe e Israel no va a desaparecer.
¿Cómo están los militares españoles allí desplegados?
Nuestro personal está aguantando. El contingente actual desplegó conociendo la situación. Es duro, porque se producen errores en los que puede ocurrir una desgracia. Se han potenciado mucho las medidas de seguridad, pero están haciendo lo que les corresponde para cumplir la Resolución 1701 de la ONU. Están cumpliendo con su misión de patrullar e intentar que esto no vaya más. La situación es compleja por la tensión o los tiempos que pasan en los refugio.
"Confiamos en que en el conflicto entre Israel y Hizbulá no se crucen líneas rojas. La situación es incierta"
¿Cree que Israel y Hamás llegarán a un acuerdo?
Es lo que se está intentando. Se habla de acercamientos, pero de solución definitiva, no. Si hay suerte pueden lograr un alto el fuego y una mejora de la situación con la llegada de ayuda humanitaria, pero las posturas están muy enfrentadas. Sobre todo está la negativa de Israel a los dos estados.
¿Se ha dado cuenta ya la sociedad de la importancia de invertir en defensa?
Sí. Hay una mayor preocupación por la seguridad y se ha visto que las amenazas existen. Nadie podía esperar que Rusia invadiese Ucrania de la manera que lo hizo. Cuando ha pasado es cuando vemos que es una realidad. Creo que es algo de lo que la sociedad ya se ha dado cuenta.
El ala fija embarcada corre peligro si no se encuentra un sustituto a los «Harrier». La única opción es ese caza de quinta generación que es un «innombrable» para el Ministerio...
Necesitamos un relevo para el «Harrier». Se habla de un caza de quinta generación porque es la única opción. Es una necesidad imperiosa para la Armada, pero también para el Ejército del Aire, porque hasta que el FCAS tenga capacidad de combate hablamos de más de 20 años de espera. Si para la Armada hay una alternativa y alguien la encuentra, bien, pero si no la encuentra, no hay otra opción.
Como marino, ¿qué le enseñará la Armada a la Princesa?
Va a estar poco, pero la idea es que conozca cómo se vive en la mar. Le hará ver que es un escenario que a veces es muy hostil y duro. La mejor manera de conocer la Armada es en la mar.
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