Operación Kitchen
Bárcenas aporta más datos “relevantes” del robo de documentación de la “Kitchen”
El extesorero del PP incurre en nuevas imprecisiones y contradicciones en su declaración ante el juez
El extesorero del PP Luis Bárcenas aportó este miércoles nuevas informaciones “relevantes” sobre el supuesto robo de información que sufrió por parte de los comisarios que llevaron a cabo la denominada “Operación Kitchen”, según informan a LA RAZÓN fuentes jurídicas presentes en la declaración.
En concreto, relató que la documentación que guardaba en la sede nacional del PP la llevó al taller de su mujer tras romper la relación con el partido. Siempre según este relato, entre esos documentos, que le habrían sido hurtados, había datos sobre campañas electorales, donaciones que no aparecen en los “papeles de Bárcenas” y pagos de donaciones no finalistas en efectivo.
Para Bárcenas se trataba de una información importante porque eran pruebas de los supuestos abonos realizados en negro. Incluidas facturas de servicios electorales. Con esta forma de actuar, según Bárcenas, el PP se ahorraba el IVA, como por ejemplo pasó, relató al juez Manuel García Castellón, en el caso de la remodelación de la sede nacional con la empresa Unifica.
Faltaban documentos
Y no fue hasta dos años después cuando Bárcenas se dio cuenta de que faltaban muchos de los documentos que guardaba en el taller de su mujer. Según la investigación que llevan a cabo el juez y la Fiscalía Anticorrupción, los comisarios de la “Kitchen” entraron de forma irregular en un inmueble del extesorero para robar documentación.
Entre los documentos que querían conseguir, siempre según las pesquisas, estaban dos supuestas grabaciones que habría realizado Bárcenas a Mariano Rajoy y Javier Arenas.
En su declaración de ayer el extesorero también aseguró que al no encontrar esos documentos pensó que el propio PP había sido el que se habría quedado con ellos, y que nunca se llegó a imaginar que se los hubieran robado en el taller.
Nuevas contradicciones
Sin embargo, las declaraciones este miércoles de Luis Bárcenas y de su mujer, Rosalía Iglesias, en la Audiencia Nacional, han puesto de manifiesto nuevas contradicciones e imprecisiones en el relato del extesorero sobre el robo de documentación por parte de los integrantes de la “Operación Kitchen”, liderada por el comisario jubilado José Manuel Villarejo.
En su testimonio relató, en esta ocasión, que ordenó a su mujer, Rosalía Iglesias, que entregara 4.000 euros a un interno, de nacionalidad colombiana, para que borrara de la nube de internet las supuestas grabaciones que habría realizado al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y al ex secretario general del PP Javier Arenas. Por el contrario, en su anterior testimonio Bárcenas aseguró que la suma era inferior, de 2.500 euros.
El preso, de nombre Isidro, habría recibido del extesorero del PP un papel con unas instrucciones y claves de acceso a los correos que guardaba en la nube de internet. Concretó, en el mismo sentido, que este preso, al ser cacheado dentro de la cárcel, se le intervino ese papel con las instrucciones, según el relato de de Luis Bárcenas.
48.000 euros en fondos reservados
Sin embargo su mujer, apenas unas horas antes, declaró que no recordaba que hubiera entregado esa suma al chófer, Sergio Ríos, quien cobró 48.000 euros de fondos reservados del Ministerio del Interior a cambio de espiar a Bárcenas.
El exsenador por Cantabria explicó al instructor que tras borrar las supuestas grabaciones retomó la relación con el PP, por lo que desde ese momento mejoró el trato que recibía en la cárcel. Aseguró que esas “relaciones positivas” se materializaron en un aumento en el número de vis a vis en prisión, superiores a los que el común de los presos tienen. Estos supuestos favores dejaron de beneficiarle después de que en el partido se convencieran de que no tenía las grabaciones.
Así lo ha asegurado el ex tesorero del PP -condenado a 29 años de prisión por el “caso Gürtel”- al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón durante su declaración como perjudicado en relación a la pieza separada en la que se investiga el supuesto espionaje parapolicial puesto en marcha en 2013 por el Ministerio del Interior para sustraerle determinada documentación comprometedora para el partido.
Dentro de la cárcel
Según el ex tesorero, esa presunta operación de espionaje se habría llevado a cabo incluso en la prisión de Soto del Real (Madrid), donde afirma que se le intentó envenenar y se le hizo “la vida imposible”.
Según informó LA RAZÓN, Anticorrupción considera que hasta la fecha no se han podido encontrar todos los documentos que se habrían sustraído a Bárcenas en el marco de esa supuesta operación de espionaje, por lo que “solo obran parcialmente en el presente procedimiento los materialmente encontrados, aunque se han aportado indicios de que la operación policial “Kitchen” sí habría logrado sus objetivos”.
“Alguno de los mandos policiales implicados en su puesta en marcha y posterior ejecución -alertada la Fiscalía en un escrito incorporado a las diligencias de esta pieza separada sobre la que recientemente se ha levantado el secreto- tendría en su poder los citados documentos, después de haberlos sustraído a Luis Bárcenas o a su esposa Rosalía Iglesias”.
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