Bill Gates es visto hoy como un filántropo afable y un hombre sosegado, pero también son conocidos sus años como CEO a veces demasiado apasionado y con ganas de hacer crecer su empresa a toda costa de mediados de los 90.

En aquellos años Gates lideraba Microsoft sin compasión con sus rivales, lo que le llevó a varias denuncias por monopolio y a conflictos internos. Uno de los más sonados casi acaba con el proyecto entero de Xbox, la videoconsola y todo el ecosistema de juegos que ahora le genera más de 15 000 millones al año de beneficios.

El San Valentín que casi se lleva por delante Xbox

Todo ocurrió el día de San Valentín del año 2000, aunque debemos irnos uno años más atrás para contar bien la historia.

A finales de los años 90, un equipo de Microsoft, liderado por Ed Fries, comenzó a trabajar en la idea de crear una consola de videojuegos que pudiera competir con gigantes de la industria como Sony y Nintendo.

El plan era desarrollar una consola que fuera, en esencia, "un PC disfrazado". Esta consola ejecutaría una versión de Windows, tal como ocurre hoy en día con la Xbox One.

Sin embargo, el camino hacia el lanzamiento de la Xbox no estuvo exento de dificultades. Un obstáculo importante surgió cuando se dio cuenta de que la consola no podría ejecutar Windows, sino que necesitaría un sistema cerrado para funcionar. Fue en este punto donde Bill Gates, cofundador de Microsoft, expresó su descontento y consideró bloquear el lanzamiento de la Xbox.

En una reunión celebrada 18 meses antes del lanzamiento de la Xbox al mercado, Gates calificó a la Xbox como un "insulto" y estuvo cerca de cancelar.

Todo esto se cuneta en el documental Power On: La Historia de Xbox.

Hay que entender el contexto. Microsoft tenía cierto peso en el sector de los videojuegos con títulos como Age of Empires, creado por Ensemble Studios, productora que después compraría Microsoft. Sin embargo, Gates estaba obsesionado con que aquella nueva rama se cimentara también sobre Windows.

El cambio de rumbo

A pesar de la oposición inicial de Gates, todo cambió cuando se mencionó el potencial de Sony como rival de Microsoft en el mercado del entretenimiento doméstico.

En ese momento Sony estaba a un paso de lanzar la PlayStation 2, que podría reproducir DVDs, lo que se vio como una amenaza para conquistar el próximo espacio del hogar: el salón.

Se señaló que los creadores de PlayStation estaban "invadiendo lentamente la sala de estar" y podrían ser una "amenaza futura". Fue entonces cuando Gates y Ballmer dieron su aprobación para el lanzamiento de la Xbox.

Hoy en día, la Xbox es una de las consolas más populares del mercado, compitiendo con Nintendo y la PlayStation de Sony. Las ventas de la Xbox, así como los juegos y las suscripciones a Xbox Game Pass, representan alrededor de 15 000 millones de dólares al año para la compañía. Una cifra impresionante que Microsoft estuvo a punto de perder.