El "sanchismo" parecía cosa del pasado, pero cuando todo el mundo lo daba por finiquitado, Sánchez da una vez más la sorpresa. Y si bien el PP de Alberto Núñez Feijóo gana las elecciones generales con 136 diputados (47 más que en las elecciones de 2019), esta cifra es insuficiente para lograr una mayoría absoluta (176) con Vox, que lograría 33 escaños. Sin embargo, el bloque de la izquierda tampoco lo tendrá fácil, ya que el PSOE consigue 122 diputados y tampoco logra la ansiada mayoría absoluta con Sumar, que logra 31 escaños en la Cámara Baja.

En este punto, las opciones se antojan complicadas. Si bien Pedro Sánchez podría reeditar un gobierno "Frankenstein" junto a ERC (7), EH Bildu (6) y PNV (5), así como el apoyo explicito de los minoritarios como Coalición Canaria (1) y BNG (1), tendrá que hacer frente a un complicado escollo, ya que necesita el apoyo de Junts (7). Sin embargo, la formación independentista ya ha anunciado que bloqueará su investidura si no ofrece un referéndum de autodeterminación. Otra posibilidad es que el bloque de la derecha, con Feijóo a la cabeza, consiga aunar a partidos tan dispares como Vox, PNV, UPN, CC, BNG o Junts. Y la última variable, no por ello la menos probable, es que asistamos a una nueva convocatoria de elecciones ante la falta de acuerdos.

Un escenario tampoco se contempla el anunciado sorpasso de Yolanda Díaz a los de Santiago Abascal, ya que Sumar logra 30 escaños frente a los 33 de Vox, que perdería 19 diputados respecto a las elecciones de 2019. Las polémicas que rodearon a Vox tras las elecciones del 28M por su controvertida negociación en Extremadura, así como el pacto fallido en Murcia parecen haberle pasado factura a los de Abascal.

De este modo, los resultados echan por tierra los vaticinios del CIS de Tezanos que aventuraban una victoria holgada de Sánchez e incluso una mayoría absoluta del bloque de la izquierda, solo con Sumar.

Y en la lista de damnificados hay que añadir a ERC, que perdería hasta seis diputados, en castigo por sus pactos con el Gobierno. La formación que lidera Gabriel Rufián apenas lograría 7 escaños, al igual que los independentistas de Junts. La CUP y Teruel Existe desaparecen del hemiciclo en esta legislatura.

Por su parte, EH Bildu (6 diputados) parece haber sacado rédito de sus acuerdos con el Ejecutivo y se colocaría en esta ocasión por delante del PNV (5), que pierde uno respecto a las elecciones de 2019. En el grupo de los minoritarios, Coalición Canaria, UPN y BNG obtendrían un diputado.

La abstención en estas elecciones ha sido del 29,6%, por lo que la participación ha llegado al 70,39%, cuatro puntos por encima de la cifra registrada en los comicios de 2019 (66,23%).

Vuelco del PP en el Senado

Ya en el Senado, con el 93,1% de los sufragios escrutados, el PP consigue dar un vuelco tras obtener 119 senadores (36 más que en 2019) y situarse por delante del PSOE, que logra 73 (20 menos que en los anteriores comicios generales). En tercera posición se sitúa la nueva plataforma "Izquierdas por la Independencia", que obtiene 7 senadores y se coloca por delante de PNV (4) y JxCat (1). La coalición PSOE-Sumar, la Agrupación Socialista Gomera (ASG), la Agrupación Herreña Independiente (A.H.I.) y UPN lograrían un escaño, cada uno, en la Cámara Alta. Aragón Existe y Vox desaparecen del tablero político.

Hay que señalar que el escrutinio del Senado va por detrás del de la Cámara Baja, ya que en las mesas electorales primero se hace el recuento de las papeletas de los diputados y, posteriormente, se contabiliza la urna de los senadores. En estas elecciones los ciudadanos eligen a 208 de los 265 senadores, ya que los 57 restantes son por designación autonómica de los Parlamentos autonómicos. En este sentido, los populares ya cuentan con al menos 23 senadores, por lo que necesitaban 110 parlamentarios electos en estos comicios para obtener la mayoría absoluta, mientras que el PSOE, con 19, necesitaba 114.