Bolsa

Rally chino en bolsa

El índice CSI 300 se revalorizó más de un 8% durante la sesión y, de hecho, en la última semana ya acumula un alza de más del 25%

Las bolsas chinas resucitan, tras la investigación policial de especuladores
Bolsas chinaslarazon

Este pasado lunes, la bolsa china se anotó una de las subidas diarias más elevadas de su historia: el índice CSI 300 se revalorizó más de un 8% durante la sesión y, de hecho, en la última semana ya acumula un alza de más del 25%. Estamos ante uno de los mayores rallies bursátiles de la historia del país asiático. Pero, ¿exactamente qué lo ha provocado?

Desde luego no que su economía real esté atravesando por una coyuntura dulce. En este sentido, ayer mismo también conocimos los datos de la actividad manufacturera y no manufacturera del mes de septiembre de China y resulta que la industria lleva en parálisis desde abril y que los servicios también se están parando. Así que no es eso. ¿De qué se trata entonces?

Pues de que hace justo una semana (momento en el que arranca el rally), el Banco Popular de China anunció un importante paquete de estímulos monetarios y financieros. Concretamente, el banco central del país pretende abaratar los tipos de interés para que familias, empresas y administraciones públicas se endeuden a fin de adquirir acciones e inmuebles, esto es, a fin de reflotar el precio de estas dos categorías de activos que tan maltratadas se hallan ahora mismo dentro de la economía china.

Y, de momento, parece que lo está consiguiendo, no solo por la ya mencionada revalorización del índice en general, sino porque el conjunto de empresas cotizadas del sector nacional de la construcción se ha revalorizado más del 32% en bolsaen estos últimos siete días. Ahora bien, que la borrachera de estímulos haya sido efectiva en el corto plazo para alcanzar su objetivo no significa que vaya a ser benigna en el medio plazo: distorsionar políticamente, mediante bajos tipos de interés, el precio de los activos conduce a sobreendeudamiento y malas inversiones productivas.

Y China debería saber que ese no es un camino que la vaya a llevar hacia una economía más saneada: justamente es el camino que, durante la pasada década, infló y reventó su burbuja inmobiliaria que ahora mismo se le está atragantando.