Pagos
¿Quiere pagar a plazos? Estos son los riesgos que conlleva
El pago de las compras, por norma general, se podrá fraccionar en 3, 6, 9 o 12 meses con sus comisiones correspondientes
Desembolsar una gran cantidad de dinero de golpe para adquirir ese teléfono soñado, mobiliario nuevo o un electrodoméstico, para sustituir al que ya no funciona, nunca ha sido algo sencillo. No obstante, esta situación se ha agravado aún más desde que la vida no ha dejado de encarecerse, ya que los españoles tienen que hacer un esfuerzo económico cada vez mayor en sus compras.
Ante este escenario, son muchos los establecimientos que permiten a sus compradores pagar poco a poco para evitar el sobreesfuerzo que supone desembolsar el dinero de golpe. "Comprar ahora y pagar después" es un método que consiste en "fraccionar y aplazar los pagos de las compras realizadas por el consumidor, ya sea en un punto de venta físico u online", tal y como explica el Banco de España (BdE).
Aunque pagar a plazos una compra de un precio elevado es algo habitual, esta opción ya no es solo para grandes cantidades, sino que también se pueden adquirir bienes que no sean tan costosos a través de este método.
Por norma general, se podrá fraccionar el pago de las compras en 3, 6, 9 o 12 meses con sus comisiones correspondientes. "Normalmente todas las compras que superen los 60 euros el TPV del comercio nos ofrecerán esta opción", explica la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin).
¿Cómo se puede realizar una compra a plazos?
La forma más habitual de realizar compras a plazos es a través de la tarjeta de crédito, ya que esta herramienta permite que se fraccione un pago durante unos meses en una cuota fija para pagar el coste total del producto.
Otras opciones para pagar a plazos es pedir un microcréditos que se tendrá que devolver, por norma general, en un período de 30 días; o solicitarlo en las tiendas que ofrecen esta opción de financiación.
Riesgos que conlleva este tipo de pagos
A pesar de que optar por este método puede resultar beneficioso cuando no se tiene el dinero suficiente para comprar un móvil, un coche o cualquier producto que tenga un coste elevado, no se debe abusar de este, ya que también conlleva una serie de riesgos:
- La mayoría de las compras a plazos suele traer consigo el pago de intereses asociados. Por tanto, retrasarse en los pagos o no abonar las cuotas a tiempo puede suponer recargos de comisiones o intereses.
- El método de pago puede hacer que el consumidor pierda el control y haga compras por encima de sus posibilidades. Esta situación puede hacer que se enfrente en un futuro a problemas de endeudamiento.
- En caso de que se devuelva el producto pagado a plazos, desde la asociación explican que es posible que el comprador tenga "dificultades o problemas en el momento del reembolso".