Consumo
"Compra ahora y paga después": las ventajas e inconvenientes de este método de pago
Este método suele utilizarse para compras de importes no muy elevados como pueden ser productos de moda, deporte o electrónica, entre otros
Un amigo nos pregunta que si queremos acompañarle a ir de compras, y le decimos que sí, tan solo por "dar una vuelta". Sin embargo, aunque en un principio no tenemos pensado gastar nada ese día, el consumismo se apodera de nosotros y caemos en la tentación de comprar de forma compulsiva productos que no sabíamos ni que queríamos. Una camiseta rebajada, esa colonia que nos encanta o unas zapatillas para cambiar las que tenemos desgastadas pueden llenar nuestra cesta en un abrir y cerrar de ojos. No obstante, al llegar a la caja, nos invade el sentimiento de culpabilidad de tener que asumir ese gasto "innecesario" de todo lo adquirido, pero antes de pasar la tarjeta por el datáfono, nos ofrecen la solución de comprar ahora y pagar después.
Pero, ¿en qué se basa el "compra ahora y paga después" que ofrecen los establecimientos? El Banco de España (BdE) sostiene que este método consiste en "fraccionar y aplazar los pagos de las compras realizadas por el consumidor, ya sea en un punto de venta físico u online". El aplazamiento de los pagos para compras de bienes y servicios en los puntos de venta está en auge, desde que la digitalización y el cambio de comportamiento de los consumidores ha transformado el modo en el que gestionamos nuestras finanzas.
Este método suele utilizarse para compras de importes no muy elevados como pueden ser productos de moda, deporte o electrónica, entre otros. Por tanto, el consumidor podrá decidir en el momento de la compra si quiere aplazar el pago mediante un crédito concedido de forma automática y que deberá devolver en cuotas mensuales. En esta línea, dichos créditos puede tener o no intereses y comisiones, aunque lo habitual es que no los tengan. El Banco de España aseguran que se debe tener en cuenta que "en caso de no atender el pago de alguna de las cuotas acordadas, la entidad podría cobrar intereses de demora y comisiones por impago, lo que elevaría de forma importante el coste del crédito recibido".
El "compra ahora y paga después" tiene la principal ventaja de la inmediatez en el proceso de aprobación y de la flexibilidad financiera, ya que se podrá pagar en un futuro lo adquirido en ese momento. Sin embargo, hacer uso de este método también conlleva una serie de riesgos como provocar en el consumidor una falsa sensación de ahorro y que en un futuro se genere un "riesgo auténtico de sobreendeudamiento" si se financian varias compras con este sistema. Asimismo, los consumidores no perciben este método como un crédito, por lo que no le suelen dedicar el mismo nivel de atención durante el proceso de contratación y comercialización como ocurriría en otro tipo de financiación.
Definitivamente, este método "resulta muy tentador, pero puede fomentar la compra impulsiva", sostiene el BdE. Además, esta institución añade que "por ello, debe primar la sensatez en las decisiones de compra para evitar el sobreendeudamiento y comprometer las finanzas personales a medio o largo plazo".
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