Impuestos

Estos son los impuestos que suben en 2025: desde la factura de la luz hasta el IRPF

Este año terminan varias bonificaciones en gastos cotidianos, como los alimentos o la luz, que mermarán los ingresos de los consumidores

Persona contando un fajo de billetes de euros
Persona contando un fajo de billetes de eurosLaRazón

El año nuevo viene con nuevos impuestos bajo el brazo. El 2025 trae consigo una serie de subidas en distintos tributos y cotizaciones que afectarán al bolsillo de la mayoría de los ciudadanos españoles, desesperados por ahorrar en un contexto económico que cada vez se lo pone más difícil. Una de las escasas medidas que, por el contrario, buscan beneficiar a nuestros nacionales es la de la ampliación del umbral de renta exento de IRPF, que para la próxima campaña de declaración de la renta 2024-2025 estará en 15.876 euros, lo que significa que 5,2 millones de contribuyentes no tendrá que presentar dicha obligación tributaria al encontrarse por debajo del mínimo.

Aún así, no parece que esta medida pueda compensar los más de diez impuestos que ya han subido con la entrada del nuevo año. Uno de los incrementos más anticipados era el del precio de los alimentos básicos, artículos que contaban con unos tipos impositivos reducidos para compensar la tendencia al alza de la inflación. Sin embargo, el Gobierno decidió no prorrogar estos descuentos y ahora cientos de productos han vuelto a ser gravados con los mismos porcentajes que tenían en 2022, antes de la aplicación de esta medida. Así, decenas de artículos han pasado de tener un IVA reducido del 2% al 4%, entre los que se incluye el pan, los huevos, distintas legumbres, la leche o las harinas, mientras que los que tenían un 7,5% pasarán al 10%, como las pastas alimenticias y los aceites de semillas.

No es el único gasto cotidiano que se incrementa este año, la luz también lo hace al regresar de forma permanente al 21% de IVA después de tres años y medio en los que ha estado entre el 5% y el 10% para atajar la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania. Esto se traduce en un incremento esperado de 140 euros anuales en el mercado regulado, lo que significa que la factura de la electricidad será 12 euros más cara cada mes.

La nómina neta “adelgaza”

El Mecanismo de Equidad Intergeneracional, popularmente conocido como MEI y que se utiliza para dotar de capital al Fondo de Reserva en forma de un “descuento” en la nómina, también aumenta en 2025, En este caso, dicha sobrecotización aumenta al 0,8% sobre el sueldo, porcentaje del cuál la empresa desembolsa el 0,67% y el trabajador el 0,13% restante.

De igual forma, para hacer frente a la próxima generación de jubilados y aumentar la recaudación, sigue en marcha el plan de destope progresivo de bases máximas de cotización a la Seguridad Social. En este sentido, la base mínima subirá a la par que el salario mínimo, mientras que la máxima (que se irá aumentando con el IPC anual y una cuantía fija de 1,2 puntos porcentuales hasta 2050) se elevará un 4% desde los 4.720,59 euros a los 4.909 euros. Con esta medida el Gobierno pretende aumentar considerablemente los fondos para hacer frente a la factura de las pensiones, que excederá los 15.000 millones mensuales en 2025.

La tercera "pata" de este aumento de las cotizaciones que mermará la nómina de los trabajadores es la introducción de una cotización extra, conocida como cuota de solidaridad, que afecta a los salarios superiores a 4.909 euros al mes y que será progresiva desde 2025 hasta 2045. En 2025 se aplican las siguiente cuotas solidarias en función de tres tramos de rendimientos: 0,92% sobre la parte del salario comprendida entre la base máxima (58.908 euros anuales) y la cantidad superior a la referida base máxima en un 10%, 1% si es entre un 10% y un 50% mayor o 1,17% si es un 50% superior. El 83,4% irá a cargo de la empresa y cerca del 16,6% correrá a cargo del trabajador.

El caso de los autónomos, el IRPF y las empresas

Los autónomos tampoco se libran: los que tengan ingresos reales superiores a 1.700 euros al mes verán aumentada su cuota mensual en 30 euros para el tramo de 1.700 euros a 1.850 euros y en 60 euros para el tramo que supere los 6.000 euros. Es decir, pagarán más los que más ganen, ya que la cuota mínima en el tramo inferior de ingresos, por el contrario, se reduce ligeramente.

Del mismo modo, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) también experimentará una subida para aquellas rentas que superen los 300.000 euros de beneficios al año del 28% al 30%, lo que afectará principalmente a los ingresos generados por depósitos, dividendos, seguros y ventas de inmuebles. Asimismo, y a propuesta de Sumar, queda establecido un nivel de tributación mínimo del 15% sobre beneficios para multinacionales y grandes empresas. Respecto a la banca, se mantiene el impuesto de tipo progresivo sobre el margen de intereses y comisiones de entidades financieras, que será del 1% hasta los 750 millones hasta aumentar al 7% desde los 5.000 millones en adelante.

Abril, mes de cambios e incrementos para basuras y vapeadores

Este año, abril será un mes de cambios. Primero para los que utilicen cigarrillos electrónicos o bolsas de nicotina, que se enfrentarán a un nuevo gravamen según el nivel de nicotina que consuman: 0,15 euros por mililitro para líquidos de hasta 15 miligramos de nicotina o sin nicotina y 0,20 euros por mililitro para los que superen los 15 miligramos.

A partir del cuarto mes del año también se hará obligatoria la tasa de basuras que venía siendo de opcional aplicación años anteriores. Ahora, todos los municipios de más de 5.000 habitantes deben implantarla imperativamente a partir del 8 de abril, fecha a partir de la cual se encarecerá, por tanto, la tributación por vivienda.

Pero esto no acaba aquí. El Ejecutivo también tiene pensado subir el gravamen al diésel antes de marzo para equipararlo con las gasolinas, tal y como exigen desde Bruselas, lo que encarecerá dicho carburante hasta tal punto que llenar un depósito de 50 litros será seis euros más caro. Es más, el Gobierno también está pendiente de imponer un IVA del 21% a los apartamentos turísticos, opción que impulsan desde Sumar para regular los precios del mercado inmobiliario de nuestro país.