CGE

Los economistas desmontan el crecimiento del PIB: "La macroeconomía no llega a nivel de calle"

"En la microeconomía no se terminan de registrar las mismas sensaciones", dudan en el Consejo General de Economistas, que mantiene su previsión de crecimiento del PIB en el 2,9% y rebajan la del IPC al 2,7%, pero revisan tres décimas al alza la estimación para la tasa de paro, hasta el 11,3%

El Ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, interviene durante un encuentro de El Norte de Castilla, en el Hotel AC Palacio de Santa Ana, a 18 de octubre de 2024, en Arroyo de la Encomienda, Valladolid, Castilla y León (España). Bajo el título ‘Estado de situación de la economía española’ se desarrolla dicho encuentro organizado por El Norte de Castilla, que este año celebra su 170 aniversario, lo que le convierte en el decano de la prensa diaria en España. 18 OCTUBRE 2024;EN...
Carlos Cuerpo, ministro de EconomíaMIGUEL ÁNGEL SANTOSEuropa Press

El fuerte crecimiento de la economía española en 2024, el más elevado de las grandes economías de la eurozona, alcanzará el 2,9%, debido al fuerte crecimiento del segundo trimestre (0,8 %), a la fortaleza del sector exterior y al crecimiento del consumo privado. -aunque más lento que el pasado ejercicio"- y a la buena evolución del empleo -"pero a que se ha ralentizado y sigue siendo el más alto de la UE"-. Así lo constata el 'Observatorio Financiero' del Consejo General de Economistas (CGE), que mejora los principales índices macroeconómicos y apunta que España liderará un año más el crecimiento de zona euro. Sin embargo, los economistas mantienen sus dudas sobre el impacto que los grandes datos macroeconómicos tienen sobre la economía real.

Así, el presidente del CGE, Valentín Pich, ha reconocido la mejora de estas previsiones macroeconómicas, pero ha recalcado que su efecto en los hogares no termina de tener efecto. "En la microeconomía no se terminan de registrar las mismas sensaciones" porque "no se afrontan las urgencias que precisa nuestra economía para que sus avances tengan efectos a nivel de calle".

En la misma línea, el director del Servicio de Estudios del CGE, Salvador Marín, ha resaltado que a pesar de los datos positivos en el ámbito macro, ciertos indicadores -como los costes laborales- "siguen trasladando cierta tensión en el desarrollo del ámbito empresarial", una situación relacionada con la reducción de la jornada laboral, un asunto sobre el cual ha pedido "concreción" y que "se sienten a la mesa todos los que tienen que opinar". A su juicio, la jornada laboral está en la media europea, por lo que no lo ve "como un problema" y de hecho ha insistido en que si hay que hacer ajustes en los convenios colectivos "dependerá de los sectores" porque en este ámbito las "soluciones globales" son difíciles de gestionar.

El Observatorio mejora las perspectivas de inflación -que se situará en una media del 2,7 %, una décima menos que en sus anteriores estimaciones- y de paro -sitúa la tasa en el 11,3 %-, mientras que espera que la deuda se sitúe en el 105,5% del PIB. Con lo que no cuentan es que el Gobierno pueda cumplir con la regla de gasto impuesta por Bruselas, ya que estima que el déficit público baje este año al 3,2%, dos décimas por encima del límite obligatorio. Tampoco ven buenas noticias en el caso de la inversión, que no consigue mejorar su posición y apenas está por encima de los niveles previos a la pandemia.

Especial hincapié han hecho los economistas en el problema de la vivienda. Para el presidente de la Comisión Financiera del CGE, Antonio Pedraza, "el gravísimo problema de la vivienda" va más allá y afecta directamente a la capacidad de ahorro y consumo de los hogares y reduce su renta disponible, además de que "imposibilita la emancipación de los jóvenes y su movilidad interterritorial", algo "clave para el empleo". También ha advertido que no hay una solución a corto plazo ni con las medidas que el Gobierno quiere poner en marcha y ha criticado que "las ayudas al comprador no son suficientes" y, por tanto, se deben poner en marcha otras medidas, como "una política de oferta agresiva", que se termine la burocracia, agilizar las licencias o "poner más terreno en manos de los constructores".

A este respecto, ha señalado que los precios de venta acumulan una subida a septiembre del 8,7% con respecto al mismo mes del año anterior, y en el caso de los alquileres, la subida ha sido del 10,2%, una subida que ha achacado al déficit de oferta, que en relación con nuevos hogares se elevará en el 2025 hasta el medio millón de inmuebles. "Todo un problema de difícil solución, incluso a medio plazo", indicó. En el caso de los alquileres, sigue disminuyendo su oferta, "ya que la nueva regulación viene afectando a la puesta en el mercado de nuevas viviendas de alquiler, a la vez que desorbita los precios de este. Las connotaciones sociales son graves por limitar el acceso tanto en compra como en alquiler". Según sus cifras, el 40% de las familias ya destinan más del 40% de sus ingresos al pago del alquiler. "La bajada de los tipos de interés y del coste de las hipotecas presionará aún más a una demanda insatisfecha ante una oferta con nula capacidad de respuesta".

En cuanto al ahorro, este sigue por encima de niveles prepandemia, sobre todo entre los estratos más vulnerables por la "nube de incertidumbre" que se cierne sobre la economía, lo que ha provocado que "las familias han sacrificado buena parte de sus hábitos de consumo para destinar una mayor partida presupuestaria como reserva de imprevistos", ha apuntado Montserrat Casanovas, coordinadora del Observatorio. En este sentido, Pedraza ha señalado el efecto negativo que se produce por la inversión de la pirámide demográfica por el envejecimiento población, que condiciona el ahorro y el consumo. "Nos salvamos por el crecimiento de inmigrantes en el mercado laboral, que incide poderosamente en el crecimiento del PIB". Por el lado contrario, señala que "los jubilados tienen una mayor capacidad de ahorro y consumen menos".

esfuerzo fiscal coeficiente entre el pib y el pib per capita