Agricultura revisará el plan de vigilancia serológica y reforzará la bioseguridad de las explotaciones.

- La aparición de la Peste Porcina Africana (PPA) en Bélgica ha provocado una gran alarma en el sector español del cerdo, que dedica una parte significativa de su producción a la exportación; en caso de que se registrase un foco en nuestro país, posibilidad con la que hay que contar a la vista de la expansión del virus que causa esta epizootia por toda Europa, se adoptarían medidas restrictivas de los envíos al exterior.

La PPA estuvo presente en España durante la segunda mitad del siglo pasado y no fue erradicada hasta bien entrada la década de los noventa, lo que abrió la posibilidad de exportar. Gracias a eso el sector español del porcino ha vivido una auténtica revolución durante los últimos veinticinco años, que ha orientado su sistema de cría hacia las grandes explotaciones intensivas.

En el mes de diciembre de 2017, España contaba con la cabaña más importante de la UE hasta alcanzar los 30,13 millones de cabezas y la cuarta del mundo; la producción de carne fue entonces de 4,2 millones de toneladas, la segunda de la Unión Europea (UE), mientras que el valor de la producción final superó los 6.800 millones de euros, lo que supone el 36,8% de la producción final ganadera y el 14,4% de la producción final agraria, de acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Las ventas al exterior, que podrían peligrar en caso de la aparición de PPA en nuestro país, ascendieron a 2,16 millones de toneladas por un valor de unos 5.000 millones de euros, aproximadamente; de esa cantidad, 740.000 toneladas fueron a países terceros, es decir, no miembros de la UE.

El foco más cercano hasta ahora es el registrado en Bélgica, cerca de la frontera francesa, y afectó a varios jabalíes. Precisamente estos animales, que en muchos casos circulan libremente entre países limítrofes, han sido, según los expertos, una de las principales vías de la propagación de la PPA que se ha registrado desde 2014. Ya son diez, si se cuenta Italia, donde la enfermedad es endémica en Cerdeña, los países de la UE en los que han aparecido focos. Se trata de Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Hungría, Rumanía, la República Checa y Bulgaria, a los que ahora se suma Bélgica.

La situación es especialmente preocupante en Rumanía donde se han multiplicado los casos. En las últimas semanas también se han declarado focos en China, con el agravante de que la distancia entre los mismos es muy grande. Tras las apariciones de la PPA en Bélgica, los responsables del Ministerio de Agricultura español han anunciado la puesta en marcha de algunas medidas como, por ejemplo, la revisión del Plan de Vigilancia Serológica para adaptarlo al riesgo, así como reforzar el actual Plan de Bioseguridad en las explotaciones porcinas.