Un abogado laboralista te explica tres cosas que puedes rechazar en el trabajo y tres que debes cumplir

El mundo laboral está lleno de normas y regulaciones que protegen tanto a empleados como a empleadores. Sin embargo, muchas veces los trabajadores desconocen sus derechos y deberes, lo que puede llevar a malentendidos en el entorno profesional. Para ayudar a esclarecer estas cuestiones, el abogado laboralista Ignacio de la Calzada González ha compartido a través de su perfil de TikTok una serie de consejos clave sobre las situaciones en las que un trabajador puede negarse a ciertas exigencias y las obligaciones que debe cumplir en su empleo.

Su objetivo es simple pero croncreto: informar a los trabajadores sobre lo que pueden y no pueden hacer en el ámbito laboral, evitando que sean víctimas de prácticas abusivas por parte de sus empleadores y ayudándolos a tomar decisiones informadas sobre su entorno de trabajo

Tres situaciones en las que puedes negarte a una orden laboral

Existen escenarios en los que un trabajador puede y debe rechazar ciertas órdenes, amparado por el Estatuto de los Trabajadores y otras normativas laborales. De la Calzada menciona tres casos en los que es legítimo negarse a cumplir con determinadas demandas empresariales.

• Negarse a realizar horas extra: según el artículo 35 del Estatuto de los Trabajadores, las horas extra tienen un carácter voluntario, salvo que el contrato establezca lo contrario o se trate de una situación de fuerza mayor. Un empleador no puede obligar a sus empleados a trabajar más allá de su jornada habitual, ni castigarlos, sancionarlos o despedirlos por negarse a hacerlo. En estos casos, el abogado recomienda documentar la negativa por escrito para evitar represalias o futuras disputas.

• Rechazar tareas que pongan en riesgo la integridad física: la seguridad en el trabajo es un derecho fundamental. Si una tarea asignada pone en peligro la salud o la vida del trabajador, este puede negarse a realizarla e incluso paralizar la actividad hasta que se garantice su seguridad. Este derecho está amparado por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, y en situaciones de riesgo.

• Negarse a trabajar sin los descansos legales: Todo trabajador tiene derecho a pausas durante la jornada y a un descanso mínimo entre turnos. El incumplimiento de estas condiciones puede generar fatiga, reducir la productividad y afectar la salud. Por ello, si un empleador intenta negar estos descansos, el trabajador puede exigir su cumplimiento y, de ser necesario, denunciar la situación ante las autoridades laborales.

Obligaciones que todo trabajador debe cumplir

Así como los trabajadores tienen derechos, también tienen obligaciones que no pueden eludir. El abogado enfatiza tres aspectos esenciales que todo empleado debe respetar para evitar sanciones o problemas con la empresa.

• Puntualidad y cumplimiento del horario: llegar tarde o salir antes de la jornada laboral sin un acuerdo con la empresa puede derivar en sanciones. La puntualidad es una norma básica en cualquier entorno profesional, y su incumplimiento reiterado puede incluso llevar al despido disciplinario.

• Cumplimiento de las órdenes de la empresa: salvo que una orden implique ilegalidad o riesgos para la salud, los trabajadores tienen la obligación de acatar las instrucciones de sus superiores. Esto incluye la formación de nuevos compañeros cuando así lo requiera la empresa. De la Calzada aclara que un trabajador no puede negarse a entrenar o capacitar a otros empleados si se le asigna esa responsabilidad.

• Asumir funciones de una categoría superior: si un trabajador es requerido para realizar funciones de una categoría superior a la que le corresponde, es recomendable solicitar una confirmación por escrito. Esto es clave para poder reclamar posteriormente la diferencia salarial y consolidar la categoría en caso de que esas funciones se realicen durante seis meses en un año o más.

El desconocimiento de las leyes laborales puede llevar a situaciones de abuso o explotación en el trabajo. Muchos empleados aceptan condiciones injustas por temor a perder su empleo o por no saber que pueden defenderse. Al comprender tanto sus derechos como sus obligaciones, los trabajadores pueden garantizar un ambiente laboral más justo y evitar conflictos innecesarios con la empresa.