
Alimentación
Soy pollero y ni la pechuga ni los muslos: esta es la parte más saludable del pollo
Un experto revela cúal es la pieza de carne más sabrosa que beneficiará a tu salud

Cuando vamos a la pollería, nos encontramos con una gran variedad de opciones: pechuga, muslos, alitas, contramuslos... Y, a veces, elegir la parte adecuada puede convertirse en un dilema. La pechuga suele ser la opción preferida para quienes buscan una carne magra y baja en grasa, mientras que los muslos y alitas son más jugosos y sabrosos. Pero, ¿cuál es realmente la mejor opción desde el punto de vista nutricional?
El pollo es una de las carnes más consumidas en el mundo debido a su precio accesible, su versatilidad en la cocina y su gran aporte nutricional. Sin embargo, no todas las partes del pollo ofrecen los mismos beneficios para la salud. Según diversos estudios, hay una pieza que destaca por encima del resto.
La parte más saludable del pollo
El pollo es una carne blanca con un sabor suave y un bajo contenido en grasa. Durante mucho tiempo, se ha considerado que la pechuga es la mejor opción, ya que contiene menos cantidad de grasa. De hecho, la Federación Española de Nutrición (FEN) señala que por cada 200 gramos de pechuga hay aproximadamente 234 calorías.
Sin embargo, aunque la pechuga es popular por su bajo contenido en grasa, hay otra parte del pollo que ha ganado reconocimiento por su equilibrio nutricional: el solomillo de pollo.
Esta pieza, menos común, se encuentra en forma de tiras anchas en la parte trasera de la pechuga. Su principal ventaja es que no tiene grasa, es tierna y no se seca tanto como la pechuga. 100 gramos de solomillo de pollo aportan aproximadamente 110 calorías, 25 gramos de proteína y solo 1 gramo de grasa.

Beneficios del solomillo de pollo
El solomillo de pollo no solo destaca por su bajo contenido en grasa y su suavidad, sino que también ofrece múltiples beneficios para la salud:
- Alto contenido en proteínas: Con 25 gramos de proteína por cada 100 gramos, es ideal para el desarrollo muscular y la recuperación tras el ejercicio.
- Bajo en grasas: Contiene solo 1 gramo de grasa por cada 100 gramos, lo que lo convierte en una excelente opción para dietas saludables.
- Fácil digestión: Su textura tierna y su composición lo hacen una carne ligera y de fácil asimilación, perfecta para todas las edades.
- Rápida preparación: Su tamaño pequeño y forma alargada permiten que se cocine más rápido que otras partes del pollo, siendo ideal para recetas rápidas y saludables.
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