Jordi Gallardo, ministro de Presidencia, Economía y Empresa de Andorra

Jordi Gallardo, ministro de Economía de Andorra: «Queremos ser Silicon Valley, no Gibraltar»

El Principado quiere mejorar su modelo actual por la innovación y la digitalización

Hace casi dos lustros que Andorra dejó de figurar en la lista negra de paraísos fiscales de la UE. Pese a todo, los Papeles de Pandora, nueva entrega de anteriores escándalos, o el desembarco de «youtubers» o deportistas de alto nivel atraídos por una fiscalidad más benigna vuelve a traer a la actualidad episodios que el Principado pretende olvidar con una revolución que convierta el valle pirenaico en un Silicon Valley de las nuevas tecnologías, el ocio web y la biotecnología.

Del 1 al 10, ¿cuál es su nivel de hartazgo cada vez que le recuerdan los del paraíso fiscal?

–No hay problema. Nos sirve para explicar el proceso de transformación. Sabemos que tenemos que mejorar la comunicación, pero aquella situación en la que estábamos en 2011 y 2012 ya no existe ni va a volver.

¿Cómo lo han hecho?

–Transponiendo legislación, con el intercambio automático de información, con convenios sobre la doble imposición con España, Francia o Portugal. Todo ello homologado por la UE y la OCDE.

¿Pero cómo han sustituido el lucrativo negocio de elusión fiscal del que durante décadas se benefició Andorra?

–En primer lugar, hay que aclarar que esos fondos se encontraban en entidades privadas y que esa praxis no estaba tipificada como delito fiscal por nuestra legislación de entonces. Para cambiar el modelo económico, hemos impulsado la apertura al capital de la economía con la ley de inversión y homologación del sistema fiscal, intentando hacer avanzar a más sectores para diversificar nuestra economía, muy dependiente del turismo.

La inversión extranjera se ha disparado un 500% desde entonces, ¿en qué sectores?

–Sobre todo, se trata de inversión inmobiliaria, orientada al sector servicios o profesiones liberales, pero no son sectores que nos aportan valor añadido. Lo que buscamos es innovación y digitalización. Por eso, estamos enfocados en captar empresas de «e-sports», «blockchain» y biotecnología. Nos dirigimos a sectores que encajan con nuestro tamaño de país y no a los más tradicionales.

¿Un Silicon Valley del «blockchain» y los «e-sports»?

–Ya nos gustaría...

Bueno, el valle ya lo tienen de serie...

–(Ríe) El objetivo es posicionar a Andorra como laboratorio de innovación, un «living lab» y facilitar la llegada de empresas y emprendedores con un marco regulatorio más flexible que en otros países de nuestro entorno. Queremos convertirnos en un polo del ocio digital, del uso de redes sociales.

¿Es la llegada de «youtubers» la primera fase de ese plan?

–No hemos diseñado una estrategia específica para captar a los «youtubers». Sí que hemos impulsado una legislación para diversificar nuestra economía con esas palancas. Si ha habido personas conocidas en las redes y deportistas de elite que han escogido Andorra ha sido no solo por el atractivo fiscal sino también por la Sanidad, la seguridad y calidad de vida que hay en Andorra.

Ya, pero no haga trampas al solitario. España es uno de los países más seguros del mundo, calidad de vida y una excelente sanidad. ¿La fiscalidad sigue siendo su mayor activo?

–Es una parte importante, pero de manera legítima. La fiscalidad en la UE la fija cada país dentro de las normas. Hay países en la UE con modelos parecidos al nuestro, por eso digo que no es el único motivo por el que esas personas fijan su residencia en Andorra, porque hay otros países con esa palanca.

Ahora lo tendrán más fácil con la conexión aérea directa entre Madrid y Andorra...

–Desde el 17 diciembre tendremos vuelos de ida y vuelta los viernes y domingos, lo que nos permitirá convertirnos durante la temporada de invierno en la pista de esquí de Madrid por entre 59 y 140 euros. Esto nos va a ayudar a contactarnos con el resto del mundo.

Por cierto, esa diversificación hacia las nuevas tecnologías implica un gran consumo de energía, ¿cuál es su dependencia energética?

–Producimos el 20% de la energía que consumimos. El objetivo es llegar al 33% con cogeneración, red de calor o parques eólicos para no importar tanta electricidad de España y Francia. En cualquier caso, al tener un solo operador público, tenemos una política estable de precios de la electricidad. Hay un precio fijo a un año vista bastante competitivo en el contexto actual. Así que la crisis actual no nos afecta, pero nos estamos preparando, aunque ni en 2020, 2021 ni 2022 habrá incrementos en el precio de la energía.

Con la crisis, ¿no han tenido la tentación de elevar los impuestos?

–Han bajado los ingresos, con una caída del PIB, pero mantenemos el IVA al 4,5% y el impuesto de sociedades al 10%. Vamos a mantener la presión fiscal total en el 24 –25%. No va a haber intención de subir los tipos, confiamos en la recuperación.

¿Han llegado más españoles con eso del teletrabajo?

–El número de pasivos ya era una tendencia al alza, pero después de junio fue a más en parte gracias a la gestión sanitaria. El teletrabajo, que no estaba regulado, lo va a estar en ese proyecto, incluyendo nuevas figuras de permisos, como el visado de emprendedor y el nómada digital.

¿Qué ventajas preparan para esos «nómadas digitales»?

Siempre que se esté asociado a ese ámbito digital, se abrirá una cuota especial de inmigración, con la posibilidad de acceder a un visado de emprendedor en el ámbito de «startups» y otros sectores que se están impulsando. Va a haber facilidades de dos años de residencia, renovables hasta tres veces para facilitar la llegada de talento.

¿Están llegando más españoles con el aumento de la presión fiscal?

–Hemos detectado un incremento de la compra de inmuebles, pero no como segunda residencia sino para vivir. La mayoría proceden de Francia y España. Hay más volumen, pero no un incremento especialmente significativo.

¿No se parece su modelo al que puso en marcha Gibraltar con las casas de apuestas?

–No perseguimos ser la capital referente de los «e-sports», lo que queremos es que aterrice la industria, que se creen puestos de trabajo. Todo acompañado por una dimensión educativa pues estamos introduciendo formación, protección de datos, diseño... El modelo no es Gibraltar sino Silicon Valley.

Ustedes recibieron las vacunas de la Covid desde España, ¿hubo reventa?

–La UE nos recomendó que lo hiciéramos a través de países de la UE. El precio de adquisición fue el precio de compra, sin lucro ni especulación. Estamos agradecidos porque comprar directamente nos habría salido más caro y muchos laboratorios ni querían vender una cantidad tan pequeña.