Análisis

Así fue el espectacular rendimiento de Nadal con su derecha ante Thiem tras un año sin competir: velocidad, mucho giro, ganadores...

Rafa gana a Thiem en su vuelta a las pistas casi un año después (7-5 y 6-1) y se muestra feliz con su nivel, aunque avisa que es sólo un primer paso: "Lo importante es estar sano". Su derecha sigue siendo letal

Rafael Nadal of Spain plays a shot in his match against Dominic Thiem of Austria during the Brisbane International tennis tournament in Brisbane, Australia, Tuesday, Jan. 2, 2024. (AP Photo/Tertius Pickard)
Nadal golpea una derecha en su partido contra Thiem, el de su regreso tras casi un añoASSOCIATED PRESSAgencia AP

Rafa Nadal ganó el último punto a Dominic Thiem al llegar a una bola que frenó la red y ponerla al otro lado con sutileza. La celebración fue comedida, pero la emoción era palpable en el jugador español, que 349 días después volvía a competir, a ponerse nervioso, a sentirse tenista, y además lo hizo con una victoria (7-5 y 6-1, puede leer aquí cómo lo vivimos en directo) en la primera ronda de Brisbane con un nivel que definió como "muy positivo". "Es un día emotivo e importante para mí después de probablemente uno de los años más difíciles de mi carrera", confesó a pie de pista. "Ha sido muy positivo", insistió después en conferencia de prensa. «Pero es sólo un partido. Lo más importante es mantenerme sano. A ver la recuperación. Vayamos día a día. Hoy es positivo, mañana ya veremos", añadió.

"Necesito no pensar y que los movimientos me vengan automáticos"

RAFA NADAL

La calma la pone él porque sabe que es un primer paso, que falta por saber si podrá darle continuidad o cómo reaccionará su cuerpo a la carga de esfuerzos, pero la actuación le confirma que las sensaciones que ha tenido sobre todo el último mes, en Kuwait, en Manacor, ya en Brisbane, las ha llevado con éxito a la competición. "No me he olvidado de cómo se juega al tenis, pero hay que ponerlo en práctica en competición y eso es lo difícil", explicó. Desde su lesión en el psoas el 18 de enero de 2023 no había jugado. Primero intentó un tratamiento conservador que no funcionó y tuvo que recurrir a una operación y a un parón total durante meses para ir volviendo poco a poco. "Tras la operación te sientes asustado al hacer algunos movimientos y lo que necesito en pista es no pensar en ello y que me venga automático. Eso se consigue con horas de entrenamiento y partidos. Estoy encantado de volver a jugar otro día más. No sé cómo me levantaré, pero ahora estoy bien. Me he sentido más o menos libre de hacer las cosas que quería en pista y no he acabado el encuentro con malas sensaciones a nivel físico", siguió Rafa, que hoy el miércoles entrena y el jueves volverá a jugar, contra el australiano de 30 años Jason Kubler, 102 del mundo y que sorprendió al ruso Karatsev.

Thiem está lejos de su mejor nivel (desde que se operó de la muñeca a finales de 2021 no ha conseguido aún ser el de antes), pero se lo puso difícil a Nadal en un primer set que duró una hora. El arranque de Rafa ya fue imponente, con una derecha ganadora para sumar el primer punto. Y las dificultades llegaron con 4-4, cuando el austriaco apretó de verdad al resto y obligó a que el zurdo también subiera el nivel para sacar el juego y ya volar hasta el final. El segundo set no tuvo color, porque el bajón anímico de Thiem fue letal.

Saque y derecha

Nadal sirvió de maravilla: sólo tres puntos cedidos de 31 cuando jugó con primer servicio (el 67 por ciento de las veces), ninguna pelota de break en contra, únicamente una doble falta. Y tocó bien la bola, sobre todo con la derecha, que es el golpe que le ha convertido en una leyenda, además de su capacidad de jugar mejor en los momentos complicados. La cuenta «Tennis Insights» analizó al detalle cómo había sido la actuación de Rafa con su tiro preferido:

Dio 63 derechas, siete de ellas (11 por ciento) fueron ganadoras, con un 94 por ciento de consistencia (sin errores), unas revoluciones por minuto medias de 3.240 (el efecto que da a la bola el español, clave en su juego), una media de 122, 31 kilómetros por hora y con la bola pasando a 78 centímetros de promedio por encima de la red, otro síntoma de que el español golpeó con confianza y jugó con efecto y profundo. No olvidó su vieja táctica de jugar mucho con este golpe contra el revés de su rival, sobre todo cuando lo tiene a una mano como Thiem, y por ahí terminaba dominando. También se fue al ataque con decisión. "En los patrones de juego no he cometido malas decisiones y es algo con lo que estoy muy contento", desveló Nadal tras dar un primer paso para empezar a creer.