Una imagen durísima
Las lágrimas de Mery Perelló por la lesión de Nadal en el Open de Australia
Cuando el tenista comentó su situación con su palco, fue un drama
Cuando Rafa Nadal se estiró para llegar a una bola en el partido de segunda ronda del Open de Australia ante Mackenzie McDonald, supo rápido que algo iba mal. El gesto de dolor era evidente, y compartió sus sensaciones con su banquillo, que reaccionó de la siguiente manera: Moyá, con la mirada perdida; y Mery Perelló, la mujer del tenista, sin poder contener las lágrimas.
Perelló ha acompañado a Rafa al primer Grand Slam del año, con la mejor compañía posible... El hijo de ambos, el pequeño Rafa, que nació el pasado mes de octubre. Incluso se les ha visto juntos paseando por Melbourne.
Era difícil prever un final como el que ha tenido el tenista en un torneo en el que defendía la corona que logró el año pasado con una de las remontadas más espectaculares de la historia ante Medvedev. Era la segunda vez que ganaba el primer Grand Slam del curso. La otra también fue de manera épica, en 2009 ante Roger Federer, que fue quien terminó llorando. Pero Melbourne, a pesar de las alegrías y del cariño que recibe del público (eso, en realidad, lo tiene en todos lados), es uno de los lugares donde más desgracias ha sufrido.
En dos ocasiones se ha retirado antes de tiempo en esa cita sin terminar un partido. En 2010 no pudo acabar el duelo de cuartos de final contra Andy Murray por problemas en la rodilla, cuando iba 6-3, 7-6 (7/2) y 3-0. También en cuartos de final, pero en 2018 ante Marin Cilic, tuvo que irse en el quinto set, por una lesión en el psoas ilíaco.
En otras ocasiones no se ha retirado, pero casi, como en este 2023. Decidió seguir cuando sabía que apenas tenía posibilidades. La más dolorosa fue contra Wawrinka, porque era en la final, en 2014. Un problema en la espalda le impedía sacar con normalidad. Simplemente ponía la bola en juego, y pese a ello fue capaz de llevarse un set. En 2011 fueron de nuevo los cuartos de final su límite, ante David Ferrer. “Los isquios, los isquios”, gritó cuando el encuentro no llevaba mucho. Su tío Toni, en aquel momento su entrenador, le dijo que se retirara y Rafa respondió con un contundente: “Son los cuartos de Australia, no me retiro ni cagando”. Perdió en tres sets seguidos. En este 2023 también ha aguantado un set en pista jugando a tiros, sin tener posibilidades reales con el encuentro tan cuesta arriba.