Luis Rubiales fue suspendido por la FIFA y el CSD se pronunciará hoy para informar de la situación. Más allá de eso, lo cierto es que la familia del inhabilitado presidente se está pronunciando con más fuerza que nunca. Hay que destacar que Ángeles Béjar, madre de Luis, fue la que se mostró más contundente hasta el punto de declararse en huelga de hambre como protesta a lo que considera como una "cacería, inhumana y sangrienta". Ángeles fue peluquera en Motril y siempre se mostró muy alejada de los medios de comunicación.

La prima de Luis Rubiales, Vanesa Ruiz, afirmó que Ángeles es una mujer muy mayor y religiosa y que está mucho tiempo en la iglesia del barrio de los Capuchinos. Ángeles también afirmó que su hijo Luis es incapaz de hacerle daño a nadie. Un testimonio que está dando la vuelta al mundo, puesto que por primera vez la madre de un presidente de una federación deportiva toma esta medida como señal de protesta.

Salvo estos detalles, lo cierto es que se desconoce por completo más información sobre una mujer que ya ha prometido que estará sin comer de manera indefinida, día y noche hasta que se haga justicia con su hijo. Muchos vecinos han mostrado su preocupación debido a la considerada edad que tiene.

La petición de la familia Rubiales, tal y como confirmó Vanesa, es que Jenni diga la verdad. "Cambió de opinión hasta en tres ocasiones. Lo estamos pasando muy mal porque cualquiera que conozca a Luis sabe que es una bellísima persona y que no se merece todo esto. Se tiene que hacer justicia", afirmó la prima del presidente inhabilitado.

Una persona familiar

Luis Rubiales siempre presumió de ser una persona muy familiar y de apoyarse mucho en sus hijas. Aparte, el mayor referente que tiene es su padre, Luis Manuel Rubiales López, quien fuera alcalde socialista de Motril y una de las personas a las que siempre hace caso, tal y como se comenta dentro de la RFEF. Junto a todos ellos, espera atentamente nuevas informaciones sobre su futuro. De momento, todo hace indicar que el Gobierno también tomará medidas y le apartará del cargo. La suspensión de la FIFA tiene un vigor de tres meses. En otras palabras, durante 90 días no podrá ejercer ningún tipo de gestión deportiva tanto a nivel nacional como internacional. Un castigo ejecutado tras conocer que Rubiales se aferraba al puesto de presidente en una asamblea que ya pasó a la historia como el día en el que se negó a renunciar al puesto.