Oblak y un Atlético soporífero

Resulta que en la jornada vigésimo primera del campeonato liguero le tocó a Oblak. En esta eternidad de temporada, pueden mirar el calendario y estamos a mitad de febrero, con la que el Atlético está deleitando a sus seguidores, los ratos de buen fútbol se pueden contar con los dedos de una mano. Los partidos de los rojiblancos van saliendo adelante por la calidad individual de unos jugadores que, aunque no lo estén demostrando, tienen salarios de primer nivel.

Los del Cholo Simeone se trajeron tres puntos de Vigo gracias a la actuación del portero esloveno que, a pesar de estar lejos de su mejor versión, aun tiene tardes de brillo que dan victorias. De nuevo un primer tiempo donde no ocurrió absolutamente nada, algo que para este equipo se entiende por tener el partido controlado, tal y como reconoció Koke hace unos meses en un ataque de sinceridad pospartido. Es una filosofía pobre que exige una efectividad que no siempre se tiene, pero que sí apareció ante el Celta.

Con el portero rojiblanco siendo el MVP del partido y Memphis Depay inaugurando su registro goleador, gracias a estar vivo y rápido, para rematar un tiro rebotado de Carrasco bastó en Balaídos. El 0-1 llegó tan al final del partido que ni siquiera dio tiempo a colgarse del larguero para sufrir como es habitual. Poquita reflexión más se puede sacar de lo vivido ante el Celta.

La actualidad rojiblanca es poco menos que inexistente. No hay nada que comentar hasta que reciba al Athletic Club en el Metropolitano el próximo domingo. Es así de triste. Quizá se puede ver a Joao Félix jugar con el Chelsea para ser, de nuevo, el mejor de su equipo. Por las declaraciones del chico, difícilmente se puede esperar que vuelva a vestir de rojiblanco mientras Simeone siga al frente del equipo y, por lo que ha dejado claro el técnico argentino, eso es algo que no pasa por su cabeza de cara al próximo verano. Parece todo tan claro que no hay lugar ni para el debate.

Esta semana y de ahora en adelante toca ver los partidos de la Champions y de la Europa League desde la barrera y, por una vez desde hace mucho tiempo, sin riesgo de taquicardia. El que no se consuela es porque no quiere.