La espectacular casa en la que vivió Ancelotti en Madrid

A Carlo Ancelotti le gustaba Madrid y no lo ocultaba. Quizá por eso vuelve a entrenar al conjunto blanco. A pesar de ser muy trabajador, también sabía como disfrutar de la vida y Madrid es una ciudad donde podía pasear con más o menos normalidad, pese a que, para un entrenador del Real Madrid el anonimato es casi imposible.

Los futbolistas y entrenadores del Real Madrid suelen marcharse a las afueras, a la Moraleja o a la Finca, a chalés algo apartados para poder disfrutar un poco del anonimato. Ancelotti en cambio, no quería eso. Él buscaba el ruido de la ciudad y por eso se buscó un ático en la Plaza de la Independencia, en el centro de Madrid, con vistas al retiro. Luego se ponía la gorra, intentaba que le tapase la cara lo más posible y se iba a pasear por Madrid, por el Retiro o por la milla de oro sin lograr que no le reconocieses.

“Lo que más me gusta son las terrazas y el modo en que la gente disfruta de estar en la calle. Hay un clima fantástico y mucha luz en esta cuidad. Como me críe en una cuidad con mucha naturaleza, la verdad es que paso mucho tiempo en El Retiro. Es unos de los parques más bonitos que conozco. En cada rincón hay algo diferente que ver y siempre descrubes algo nuevo”, decía su mujer Mariann Barrena, en aquella época.

Decía que la primera vez que la vió se enamoró de los querubines de la Puerta de Alcalá y que desde entonces, no podía vivir lejos de ellos.

Además de los 450 metros de casa, con obras de arte y muebles vintage y modernos, la comunidad contaba con dos piscinas, una de verano y otra cubierta y una sala de reuniones. Un sitio envidiable que hizo mejor la estancia de Ancelotti y su pareja por la ciudad.