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Europa League

El Barcelona no pasa el examen del Manchester United (2-1) y está eliminado

Se adelantó Lewandowski de penalti, pero en la segunda parte los ingleses dieron la vuelta a la eliminatoria con los tantos de Fred y Antony

UEFA Europa League - Manchester United vs FC Barcelona Adam VaughanEFE

Si el partido contra el Manchester United era un examen para el Barcelona, la nota es un suspenso. No se puede incluir en las noches negras europeas de los últimos años, el equipo de Xavi estuvo en el partido y tuvo sus posibilidades, pero ni poniéndose por delante logró aguantar en el marcador. No supo rematar ni resistir, en la segunda parte la entrada de Antony le hizo mucho daño y el conjunto inglés dio la vuelta al marcador y se llevó la eliminatoria. Otra vez el Barça cae ante un equipo grande de Europa y el trauma no cesa. Después del fracaso de la Champions, en la Europa League se encontró con un oponente que le hizo pensar que no era un partido de la competición B, sino que era de la máxima, y tampoco le dio. Una decepción en un año en el que el gran objetivo que le queda es la Liga.

Por el lado izquierdo del Barcelona y derecho del Manchester United se decidió el partido, por mucho que Rashford, el factor determinante en el Camp Nou, estuviera en la otra banda inglesa. Se le escapó Bruno Fernandes a Balde y Ter Stegen apareció para evitar un gol nada más empezar. La batalla en el otro lado del campo se saldó con un penalti del portugués después de que el lateral le sorprendiera con un giro inesperado con el balón. Le estaba agarrando el brazo y lo siguió haciendo y el árbitro no dudó en señalarlo. Sí lo hizo un poco Lewandowski, con ese estilo tan peculiar que tiene, haciendo una parada en el camino. De Gea adivinó la dirección hacia la que fue la pelota, pero no puso la mano lo suficientemente dura para que se marchara lejos en lugar de a la red. Le vino el tanto al equipo de Xavi de maravilla, porque estaba sufriendo mucho con la intensidad que ponía su rival. Apretó el United y apretó Old Trafford en el arranque y esa primera ocasión de Bruno Fernandes llegó después de una doble pérdida. Fueron minutos complicados para el conjunto español y su defensa, que necesitó de la ayuda de Busquets en tareas de destrucción. Pero después del gol el encuentro se transformó. El Barcelona logró que no sucediera nada hasta el descanso. O casi hasta el descanso, porque justo antes del pitido Sergi Roberto y Kessié pudieron castigar un error de De Gea en la salida.

Parecía una buena demostración de madurez de los azulgrana, algo que no abunda en un equipo tan joven, pero no tuvo continuidad. Estaba claro que el comienzo de la segunda mitad iba a ser parecido al de la primera, pero esta vez Fred sí acertó tras una recuperación en la presión alta. La igualada llegó demasiado pronto. Le faltó colmillo al Barcelona. La otra diferencia es que Ten Hag movió a su equipo. Entró Antony en lugar de Weghorst, pero no ocupó el mismo sitio que el delantero. Se puso en la derecha para intentar aprovechar el hueco que dejaba el Barcelona con las subidas de Balde. Hacía daño el canterano arriba, pero atrás dejaba a Christensen en problemas. Por ahí hicieron camino los "red devils", aunque el 2-1 llegaría por el otro lado en una acción en la que le volvió a faltar contundencia al Barça. Esta vez fue Raphinha quien perdió el duelo con Bruno Fernandes en un balón dividido y por ahí se generó el desequilibrio y tres remates consecutivos hasta que Antony, con un golpeo maravilloso, colocó la pelota lejos de la estirada de Ter Stegen. Ya había movido también el banquillo Xavi. Ferran Torres acababa de entrar, pero no le dio tiempo ni a entrar en calor cuando el partido ya estaba del revés.

Estaba siendo un duelo más de fútbol inglés que de español. El Barça entró en el juego de la intensidad en el que Casemiro fue el rey, mientras que Fred se descolgaba hacia delante. No fue un mal partido del equipo español, pero no fue suficiente para quitarse la losa que tiene desde hace tantos años en Europa. El partido acabó en el área del Manchester United, con los azulgrana cargando, colgando balones y soñando con el empate hasta el remate final de Lewandowski que Varane sacó cuando se colaba, aunque después se anuló por fuera de juego.

Los cambios del conjunto inglés sí sirvieron para cambiar el partido, porque Garnacho fue el complemento perfecto de Antony. El Barcelona no encontró soluciones en su banquillo y se fue cayendo después de un primer tiempo bueno. La desesperación final esta vez no fue suficiente, como sucedió en el Camp Nou.