Mundial 2022
España pone rumbo a Qatar
Un gol de Morata en la segunda parte dio la tranquilidad a los de Luis Enrique, que dominaron el partido sin profundidad. Suecia tuvo sus oportunidades
Marcó Morata y se desató España. La Roja se clasifica directamente para el Mundial sin esperar a la trampa de la repesca. Se fue hacia el banquillo para celebrarlo y todos se le echaron encima, los que estaban en campo y los que esperaban en el banquillo. Como si fueran uno solo camino de Qatar 2022. Pero a España le costó llegar hasta ahí.
Quería Luis Enrique que España no pensara en el empate y cumplió con la promesa. Con Sarabia y Dani Olmo abría el campo por los extremos y Raúl de Tomás, otra vez titular, salía del área para buscar la pelota e intentar abrir los espacios que no existían. Porque Suecia defendía por acumulación, con muchos hombres en el área y otros tantos en el borde. Un espacio intransitable por el que España intentaba encontrar su camino.
Tenía que recurrir la Roja a disparos desde fuera del área como el de Sarabia que salió cerca del poste para acercarse al gol, pero eso no cambiaba los planes de los suecos de esperar a que llegara su momento en un contraataque. Y lo tuvieron casi siempre con Forsberg como protagonista. Primero con un disparo parecido al de Sarabia, ajustado al palo, que se le escapó por muy poco. Después con una volea esquinada dentro del área pequeña que asustó a España entera.
La Roja domina, abruma con la posesión a su rival y se muestra casi siempre superior al rival, pero siempre hay un momento en los partidos en el que muestra su fragilidad. Después de las oportunidades de Forsberg llegó la más clara, de Isak, después de un regalo de Azpilicueta. Pero su remate se elevó demasiado. El lateral español, probablemente uno de los jugadores más fiables del equipo, entregó directamente la pelota al delantero de la Real.
En un momento pudieron haberse escapado todas las opciones del equipo español, toda la ventaja que había acumulado después de su victoria en Grecia y de la derrota de los suecos en Georgia. Pero el partido no estaba para eso. Parecía encaminado a un regreso en el tiempo, sólo unos meses atrás, a la Eurocopa disputaba este verano. El escenario y los rivales eran los mismos y no faltaba ni la nevera de Luis Enrique en el área técnica.
Aquello fue un empate a cero, con dominio y superioridad española pero con las mejores ocasiones para Suecia. Isak llegó a lanzar un remate al poste, pero esta vez después de no estar acertado en la pelota que le ofreció Azpilicueta el seleccionador sueco decidió sustituirlo por Ibrahimovic.
La Cartuja se rinde a Gavi
Luis Enrique también movió el equipo. Morata y Rodrigo entraron en lugar de Sarabia y de Raúl de Tomás. Buscaba el gol el seleccionador, pero a sus jugadores les costaba acercarse.
Gavi volvía a ser el más destacado y también el más celebrado por el público. “Gavi, Gavi”, gritaba La Cartuja después de un extraordinario regate del azulgrana, que se permite esos momentos para demostrar su habilidad y su calidad entre carrera y carrera. Es incansable el joven futbolista internacional, que no regatea en el esfuerzo. Es una de las exigencias del seleccionador, que todos se impliquen en el trabajo defensivo, y Gavi cumple de sobra con esa condición. Los gritos volvieron a repetirse cuando se marchó sustituido por Rodri en la segunda mitad. España ha encontrado la ilusión en ese número «9».
Era uno de los pocos capaces de manejarse en espacios tan estrechos. Carlos Soler, que ayer ocupaba el lugar que últimamente pertenece a Koke, prefiere la llegada aprovechando los espacios. Pero ni había espacios ni apenas hubo llegadas. Era una complicación para los jugadores de la selección llegar a la línea de fondo y buscar una camiseta roja a la que entregarle el balón. Por mucho que levantaran la cabeza, se encontraban con un montón de camisetas amarillas.
Encontró los espacios cuando a Suecia no le quedaba más remedio que buscar la victoria para no condenarse a jugar la repesca. El verde quedaba despejado por un momento y aprovechó Dani Olmo para correr y lanzar un disparo lejano que pegó en el larguero. A Morata sólo le quedaba recoger el rechace y superar al portero con un suave remate. Morata, que tanto había sufrido después de ese primer partido en la Eurocopa contra Suecia. El jugador que falló uno de los penaltis en la tanda decisiva contra Italia en la semifinal. El otro, Dani Olmo, le dio la «asistencia» con ese remate al larguero. Acabó el partido y por megafonía sonaban Raphael y su «gran noche» que el estadio coreó con pasión para celebrar que España ya está en el Mundial de Qatar.
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