Rosberg sobrevive en el caos

El alemán venció en una carrera alocada por delante de Ricciardo y Hamilton. Alonso, que tuvo una gran actuación, terminó séptimo. Sainz se retiró debido a un pinchazo sufrido en los primeros compases

Cuando las luces del semáforo se apagan en la Fórmula 1 y arranca un nuevo Gran Premio siempre hay que esperar cualquier cosa. Desde una carrera aburrida con pocos cambios de posiciones y adelantamientos hasta una prueba repleta de incidentes que provocan un caos maravilloso que hace disfrutar mucho a los aficionados. Y esto último ha ocurrido hoy en el circuito bega de Spa-Francorchamps. Rosberg partía desde la “pole” y por detrás tenía a lobos tan hambrientos de resltados como los dos Ferrari y sendos Red Bull. Y sorprendentemente, su máximo rival, Lewis Hamilton, arrancaba desde la cola del pelotón. Y el caos empezó nada más comenzar la prueba. Rosberg salió sin problemas, conservó la primera plaza y enemigos como Vettel, Raikkonen y Verstappen se autoeliminaban en el primer giro debido a ímpetu del alemán, que quiso trazar por donde no podía y provocó daños en cadena en su propio monoplaza, en el de su compañero y en el del héroe local, Verstappen. A todo esto, Alonso hizo de las suyas y en apenas unos pocos giros ya era décimo partiendo desde el último lugar de la parrilla. Ni siquiera Hamilton estuvo tan listo como el asturiano.

Sin embargo, un fuerte accidente sufrido a más de 280 km/h por Kevin Magnussen (sólo sufre una lesión en el tobillo) dio un giro de 360 grados al desarrollo de la carrera. El Gran Premio quedó suspendido por unos minutos para reparar la zona de seguridad dañada en el choque y esto redujo las distancias y, sobre todo, acabó con todas las estrategias posibles trazadas el día anterior ya que esta neutralización permitió cambiar de neumáticos.

Así las cosas, en la reanudación Rosberg siguió al frente y lo bonito estaba por detrás. Alonso ocupaba la quinta plaza y aprovechaba la ausencia de algunos pilotos de los de arriba para rememorar viejos tiempos. Y desde luego, su talla como piloto sigue intacta. No pudo contener a Hamilton, sexto, y desde ahí defendió muy bien su posición por delante de los Ferrari y los Williams. Sólo la superioridad en cuanto a motor de los Force India y el Ferrari de Vettel pudieron con él. Finalmente acabó séptimo y, sobre todo, dejó un buen sabor de boca en cuanto a chasis y paso por curva del coche. La unidad de potencia sigue siendo el caballo de batalla de McLaren y eso se notó en la baja velocidad punta del motor en relación a los Mercedes y los Ferrari.

Hamilton continuó su particular remontada y alcanzó el tercer puesto, una posición meritoria ya que, comenzando desde el final de la parrilla, sólo aspiraba a una sexta plaza. El segundo puesto se lo arrebató Daniel Ricciardo, que aprovechó las circunstancias para obtener un resultado muy bueno que acerca más todavía el Red Bull a los todopoderosos Mercedes.

Esta vez la mala suerte fue para Carlos Sainz, que después de protagonizar una gran salida, sufrió un pinchazo en las primeras vueltas que terminó destrozando su alerón trasero y aparcando en la primera escapatoria que encontró.

Rosberg vivió algunos momentos de tensión ante la incertidumbre que iban creando las circunstancias que rodeaban a la carrera. Mantuvo la calma y logró una importante victoria que le mantiene en la lucha por el título ya que ha recortado diez puntos a Hamilton en la clasificación general.

La Fórmula 1 no descansa y volverá a la acción el próximo fin de semana en el templo de la velocidad, en casa de Ferrari: Monza, Italia.