Ajedrez
El durísimo comunicado de Carlsen contra Niemann, ¿usó las bolas anales vibradoras?
El gran maestro noruego ha hablado por fin y no ha dado marcha atrás. Se niega a jugar contra el joven rival porque considera que no es limpio
Magnus Carlsen se ha cansado de que el mundo de la ajedrez le acuse a él de manchar el deporte por acusar de trampas a Niemann sin pruebas. Por eso ha hablado: “Estimado mundo del ajedrez”, empieza. “En la Copa Sinquefield 2022, tomé la decisión profesional sin precedentes de retirarme del torneo después de mi partida de la tercera ronda contra Hans Niemann. Una semana más tarde, durante el Champions Chess Tour, renuncié contra Hans Niemann después de jugar sólo una jugada”, describe en el comunicado que publicó en la redes sociales. No presenta pruebas, no habla de las famosas bolas anales, el rumor que creció en las redes, pero sí que confirma sus suspicacias.
“Sé que mis acciones han frustrado a muchos en la comunidad ajedrecística. Yo estoy frustrado. Quiero jugar al ajedrez. Quiero seguir jugando al ajedrez al más alto nivel en los mejores eventos”, reconoce el gran campeón noruego.
“Creo que las trampas en el ajedrez son un gran problema y una amenaza existencial para el juego. También creo que los organizadores de ajedrez y todos los que se preocupan por la santidad del juego que amamos deberían considerar seriamente aumentar las medidas de seguridad y los métodos de detección de trampas para el ajedrez sobre el tablero. Cuando Niemann fue invitado en el último minuto a la Copa Sinquefield 2022, consideré seriamente retirarme antes del evento. Al final opté por jugar’, sigue y pasa al ataque.
“Creo que Niemann ha hecho más trampas y más recientemente de lo que ha admitido públicamente. Su progreso sobre el tablero ha sido inusual, y a lo largo de nuestra partida en la Copa Sinquefield. Tuve la impresión de que no estaba tenso o incluso totalmente concentrado en el juego en posiciones posiciones críticas, mientras me superaba de una manera que creo que sólo un puñado de jugadores puede hacer. Esta partida de partida contribuyó a cambiar mi perspectiva”, dice, dejando muy clara su posición.
“Debemos hacer algo con respecto a las trampas y, por mi parte, en el futuro no quiero jugar contra gente que ha hecho trampas repetidamente en el pasado, porque no sé lo que son capaces de hacer en el futuro”, insiste.
Y acaba diciendo que no puede hablar mas: “Hay más cosas que me gustaría decir. Por desgracia, en este momento estoy limitado en lo que puedo decir sin el permiso explícito de Niemann para hablar abiertamente. Hasta ahora sólo he podido hablar con mis actos, y esos actos han dejado claro que no estoy dispuesto a jugar al ajedrez con Niemann. Espero que la verdad sobre este asunto salga a la luz, sea cual sea”, termina.
El problema es que sigue siendo tan contudente que antes, pero con las mismas prueblas. Pero ha provocado reacciones, como la de la ajedrecista Susan Polgar: “¿Pueden la FIDE o los organizadores de ajedrez obligar legalmente a los mejores jugadores a jugar contra jugadores que fueron sorprendidos haciendo trampa en el pasado? 2) Incluso si es legal, ¿deberían la FIDE o los organizadores de ajedrez obligar a los mejores jugadores a jugar contra los tramposos descubiertos?”, ha escrito en las redes sociales.
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