Final NFL
Brady-Mahomes, cuando la Super Bowl es un duelo entre dos mitos
El quarterback de los Buccaneers, con 43 años y seis títulos, se mide al de los Kansas City Chiefs, de sólo 25 y que cobra más que LeBron James: 470 millones en diez años
En estos tiempos en los que la gente se ha acostumbrado a vivir dentro de una película de ciencia ficción, llega la primera Super Bowl pandémica para ofrecernos un duelo tan espectacular que sólo parecía posible en la mente del más romántico de los guionistas. Y es que este domingo (00:30 horas, #Vamos) los Buccaneers y los Chiefs se disputan el título de campeón de la NFL liderados por dos de los mitos más grandes de este deporte. Uno que ya lo es, Tom Brady, y otro que lo va a ser, Patrick Mahomes. Dos megaestrellas que se suponía que correspondían a generaciones distintas, pero que se van a dar el relevo sobre el césped del Raymond James Stadium de Tampa.
Brady, a sus 43 años y en contra de las predicciones de los expertos, disputa esta noche su décima Super Bowl y busca conseguir su séptimo título de campeón. Dejó un gigante como los Patriots para comprobar si era capaz de alcanzar la gloria con otro equipo más pequeño, y resulta que en su primera temporada en Florida ha llevado a los Buccaneers a los «playoffs» después de trece temporadas y ahora les puede dar el segundo campeonato de su historia.
Toda una hazaña que ya compensa la inversión de 50 millones en dos años con la que consiguieron atraer a los Brady hasta Indian Creek, la lujosa organización de Florida en la que Tom vive junto a Gisele Bündchen. Lo lógico es que el quarterback californiano no estuviese ya en condiciones de llegar tan lejos en la Liga, pero ha impregnado a sus compañeros de su mística ganadora y ha respondido sobre el césped, donde su brazo marca el camino a los de Tampa Bay. Ahora le queda el último paso, ganar otra Super Bowl. Las apuestas están en su contra, aunque pase lo que pase, lo que ha hecho es para alucinar.
Enfrente estará Patrick Mahomes, sólo 25 años (tenía 18 cuando Brady ganó su primer anillo), vigente campeón y el clarísimo heredero como icono mediático y deportivo de la NFL. Su talento va tan rápido que ganó el trofeo antes casi de acabar su contrato de rookie. Fue un MVP «mileurista» para después firmar el contrato más jugoso desde que existe la Liga y convertirse en el deportista mejor pagado del mundo. Son 10 años y más de 470 millones de dólares los que va a recibir de aquí hasta 2031, momento, en el que, quién sabe, igual está cerrando su carrera deportiva jugando una final, como Brady.
Mahomes dirige el mejor equipo de la temporada, los Chiefs, por eso la lógica dice que será él quién se lleve la gloria esta noche. Eso sí, con Brady enfrente cualquiera da alguna cosa por segura. Es difícil apostar en su contra. El duelo entre ambos llega en plena pandemia de coronavirus, que hará que dos tercios del aforo del estadio se queden vacíos. De 66.000 espectadores posibles sólo podrán acceder a las gradas 22.000, de los que 7.500 serán sanitarios que han luchado en primera línea contra la Covid-19. Les han regalado las entradas, que se han repartido por sorteo para premiar su trabajo en todos estos meses.
La Liga ha prohibido las habituales fiestas pospartido que los equipos, ganen o pierdan, montan después del encuentro. Los Chiefs van a volar de vuelta a Kansas City en cuanto terminen de ducharse, mientras que los Buccaneers querían montar un acto en su ciudad deportiva, al aire libre, con mucha distancia social, pero la Liga ha dicho no.
Las autoridades temen que la emoción de la final haga que los aficionados se relajen y llegue un rebrote. Algunos expertos dicen que si esto sucede, la pandemia se extenderá dos meses más de lo previsto en estas zonas. La recomendación para los que viajen a Florida ha sido clara: «Lleven, como siempre, sus gafas de sol, el bronceador y las chanclas, pero no olviden la mascarilla». En el descanso actuará «The Weeknd»... sin Rosalía.