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Kitty Green, contra los machos inseguros en "Hotel Royal": "Tenemos que seguir hablando del consentimiento"

La directora de "The Assistant", película que lidiaba con el caso Harvey Weinstein, vuelve a atacar el machismo normalizado en "Hotel Royal", de nuevo junto a Julia Garner
Kitty Green desnuda a los machos inseguros en "Hotel Royal"
Kitty Green desnuda a los machos inseguros en "Hotel Royal"FYP MEDIA / EFE
La Razón

Madrid / San Sebastián Creada:

Última actualización:

Justo antes de la pandemia, aunque el consumo masivo de series y películas que siguió al estallido vírico propició su popularidad, la directora australiana Kitty Green sorprendía a propios y extraños con "The Assistant", un delicado relato en primera persona de los abusos que cometió el productor Harvey Weinstein. Narrada desde los ojos de una becaria recién llegada, último eslabón en la cadena de excesos del productor y fundador de Miramax, la película lidiaba con las agresiones sexuales del pope desde un prisma minimalista, sin grandes aspavientos dramáticos ni escenas excesivas, transmitiendo en realidad la opresión diaria a la que eran sometidos todos los empleados. Especialmente, claro, si eran mujeres, jóvenes y Weinstein fijaba su asquerosa mirada en ellas.
Tras el éxito de aquella película, protagonizada por una contenida Julia Garner a la que desde entonces no le han faltado los proyectos interesantes, a Green se le abrieron las puertas del cine de estudios, pudiendo encontrar su voz como autora contemporánea y explícitamente feminista para con los temas que aborda su cine. Así, tras pasar por el último Festival de San Sebastián donde se encontró con LA RAZÓN, estos días llega a las carteleras españolas "Hotel Royal", segundo largometraje de Green y una nueva perspectiva acerca de la opresión machista que centra el núcleo del trabajo de la directora. En esta ocasión, y a puro desierto, Green nos lleva hasta el viaje de dos jóvenes norteamericanas (Garner y Jessica Henwick) a Australia, donde irán a parar al hotel que da nombre al filme. Allí, entre miradas lascivas y violencia de la que no se manifiesta pero sí se siente, vivirán una de las peores experiencias de su vida.
Julia Green en "Hotel Royal"
Julia Green en "Hotel Royal"FYP MEDIA
-PREGUNTA. ¿Cuál es el origen de la historia? Tengo entendido que se basó en una historia real, de dos turistas, que se contaba en un documental...
-RESPUESTA. Así es. El documental, "Hotel Coolgardie", me marcó mucho. Siempre se había contado la historia de los hombres duros del desierto, que trabajan todo el día y solo descansan para beber. Pero nunca se había contado ese relato desde los ojos de mujeres, sobre todo de mujeres jóvenes. Me parecía muy interesante desde un punto de vista cultural y de género. Así que empecé a escribir a partir de la idea que me inspiró el documental.
-¿Siempre pensó en Julia Garner para el papel principal, después de su trabajo en "The Assistant"?
-Creo que escribí la película siempre con ella en mente, incluso en los momentos más inconscientes. Nos llevamos muy bien a nivel personal, estamos muy cómodas la una con la otra, así que era el paso natural. Y sabía que ella podría hacerlo. Puede hacerlo todo en realidad.
-¿Fue más fácil encontrar el dinero para esta película tras el éxito de su trabajo anterior?
-No realmente. Es complicado de explicar. La gente quería hacer películas conmigo, pero no esta película, porque tenían la sensación de que faltaba que ocurriera algo. No les valía con la sensación constante de peligro, quería como un gran giro, una gran explosión. Y la película no es eso. No es un ataque o una violación concreto, es un acoso constante. Fue difícil hacernos entender, pero por suerte pudimos encontrar dinero también en los fondos públicos australianos y eso terminó de sacar la película adelante.
"Aunque no nos debamos conformar, está bien que hablemos primero de consentimiento, que empiece a calar su significado y su importancia".Kitty Green, directora
-Sobre ese "no pasa nada", es muy importante la atmósfera. ¿Cómo se construye?
-La película está construida sobre las amenazas, o más bien, sobre lo que podría representar una amenaza para las dos protagonistas. Hay actos, gestos y miradas que son muy violentas, y dan miedo, aunque no impliquen un acto físico. Alguien puede hacerte sentir muy insegura en una habitación sin siquiera tocarte o acercarse a ti. De ahí parte esa tensión, también de la luz y de cómo se va contando la película de momento a momento. Es algo que tiene que ver también con la percepción femenina, con cómo hemos sido educadas para percibir comportamientos masculinos como peligrosos. Y también hemos aprendido a rebajar la importancia de las micro-agresiones, las que atacan a lo emocional.
-¿Cree que hemos perdido la batalla desde el punto de partida, cuando hablamos de "consentimiento" y no de "deseo", cuando hablamos desde lo pasivo y no desde lo activo?
-No lo sé, realmente. También pienso que la mera conversación ya es un triunfo, porque la gente a la que no le importa el deseo o el consentimiento, quizá, por primera vez se pare a escuchar. Es muy difícil de responder, realmente. Es difícil definir qué debe marcar la conversación en el futuro, pero creo que aunque no nos debamos conformar, está bien que hablemos primero de consentimiento, que empiece a calar su significado y su importancia. Aprendamos a caminar antes de querer correr.