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El origen del flamenco

Aunque España es un país lleno de tradiciones, una de las más conocidas es el flamenco, un estilo de música acompañado de canto y baile que ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
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El flamenco es un género musical que se originó en España, más concretamente Andalucía, en el siglo XVIII, aunque siempre ha habido controversia sobre sus orígenes, ya que a pesar las diferentes versiones sobre su concepción, ninguna de ellas ha sido confirmada históricamente. Pero ¿cuál es la más aceptada?
El arte del pueblo
Según la tesis más extendida, el mestizaje cultural que por entonces se daba en Andalucía (oriundos, musulmanes y castellanos) propició su creación. En la web de turismo de Andalucía, relatan que hay “quien atribuye la creación de esta música a los gitanos, un pueblo procedente de la India que llegaron a España a principios del siglo XV”. En lo que a sus influencias se refiere, la web explica que “no se pueden olvidar los diferentes legados musicales que dejaron los deudos andaluces en el Sur de España, donde habían tenido vigencia las melodías salmodiales y el sistema musical judío, los modos jónico y frigio inspirados en el canto bizantino, los antiguos sistemas musicales hindúes, los cantos musulmanes y las canciones populares mozárabes, de donde probablemente proceden las jarchas y las zambras”.
Por otro lado, aunque lo RAE la asocia con la cultura andaluza y la destacada presencia del pueblo gitano en la comunidad autónoma, es evidente la influencia de las diferentes culturas que habitaban simultáneamente en la Andalucía de la época. Según indica José Luis Navarro García, historiador y autor de “Historia del baile flamenco”, las características esenciales del baile flamenco provienen principalmente de la cultura andaluza, gitana y africana. Independientemente de qué teoría sea la correcta, lo que está claro es que el flamenco nace del propio pueblo y se ha convertido en un arte indiscutible de fama mundial.
Primeras apariciones documentadas
Las primeras crónicas sobre el flamenco datan de 1740 y fueron escritas por alguien conocido como “Bachiller Revoltoso”. En ellas cuenta cómo la nieta de Baltasar Montes (el gitano más viejo de Triana) iba a bailar con instrumentos de cuerda y percusión a las casas de los nobles de Sevilla.
Primeros cantaores
Los primeros artistas de los que se tiene constancia en el siglo XVIII pertenecían a Triana, Jerez y Cádiz, el enclave donde el flamenco dejó de ser una expresión folclórica para convertirse en un género artístico. “Hay que citar, por ejemplo, a cantaores como ‘El Planeta’, quien desarrolló su arte en el arrabal sevillano cantando por seguiriyas, de su propia creación, y por tonás”, narran en la web andaluza, a lo que añaden: “Su principal alumno fue ‘El Fillo’, gitano también procedente de tierras gaditanas que mantuvo una relación amorosa con ‘La Andonda’, a la que llevaba muchos años de diferencia. Probablemente fuera esta mujer la primera en cantar por soleá, aunque también existían otras familias cantaoras en Triana como ‘los Pelaos’ y ‘los Cagancho’ a las que también se les puede atribuir”.
Al mismo tiempo, según la web oficial de turismo de Andalucía, en Jerez y Los Puertos también se desarrollaron importantes núcleos flamencos. Para el recuerdo queda el nombre de “Paco la Luz, mítico seguiriyero del que descienden casi todos los grandes cantaores jerezanos, tanto como el del Loco Mateo, Manuel Molina, Diego el Marrurro, Joaquín Lacherna o Mercé la Serneta, que luego se trasladaría a Utrera. Y en la Bahía hacen historia el Ciego la Peña, Curro Durse, Enrique El Gordo y Enrique Jiménez Fernández, conocido como El Mellizo”.
Por último, el 16 de noviembre de 2010 la Unesco lo declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a iniciativa de las comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura y Murcia, reconociendo los valores culturales de este género que representa artísticamente a Andalucía en todo el mundo. Además es Patrimonio Cultural Inmaterial Etnológico Andaluz y está inscrito en el Inventario General de Bienes Muebles de la Región de Murcia establecido por la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales.