"Deprisa, deprisa", el icónico experimento quinqui de Carlos Saura, regresa al Festival de Berlín y estrena nuevo tráiler
El largometraje galardonado con el Oso de Oro en el 81, será la primera película española en participar en la sección Berlinale Classics y su estreno en la capital alemana se celebrará en el mes de febrero, coincidiendo con el aniversario de la muerte del propio Saura
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Las crónicas de la época atestiguaban la relevancia de lo conseguido: "El Oso de Oro a "Deprisa, deprisa" es la noticia más agradablemente sorprendente del palmarés que el jurado del 31º Festival Internacional de Cine de Berlín concedió ayer", rezaba el titular de una de ellas. Cuando Carlos Saura se alzó con el mencionado premio en el festival de cine de la capital alemana por esta analogía quinqui de sus obras sobre la época franquista, el reconocimiento masivo del público no estaba haciendo otra cosa que traducirse en el otorgado por el jurado. "Hacía tiempo que quería hacer un documental reconstruido sobre esa clase de juventud, estos delincuentes (gente tan normal como nosotros mismos), que son un problema que nos concierne a todos. Y es así porque fue recogiendo un vasto material periodístico hasta que, de golpe, que tenía a mano un tema válido para un filme; un filme que he ido construyendo gradualmente", declaró el maestro sobre el nacimiento del guion, escrito junto a Blanca Astiasu.
Como todas las cosas que un día merecieron la pena, el tiempo ha pasado para matizarlas y colocarlas en el sitio que les corresponde, concretamente más de cuarenta años en el caso de la obtención de este premio y ahora, el Festival de Berlín presentará en su 74ª edición el estreno mundial de la versión 4K de esta obra maestra del cine quinqui. Será la primera película española en participar en Berlinale Classics, una sección que desde su inauguración en 2013 dedica su programación a los grandes títulos del séptimo arte que han sido restaurados, y que el próximo mes de febrero proyectará una copia de la mencionada película remasterizada por la plataforma FlixOlé y la distribuidora Mercury Films. Dicho trabajo de restauración se ha realizado a partir del negativo original de 35mm, logrando como resultado la inédita versión en 4K.
De esta forma, regresa al festival una historia de amor desatenta rebañada con la suciedad de los antihéroes y surgida en las barriadas del Madrid de principios de los ochenta que, envuelta en una nebulosa de atracos, drogas y la emblemática canción "Me quedo contigo" de Los Chunguitos -hermosamente domesticada por Rosalía en los Goya de 2019-, conquistó al público y a la crítica internacional a pesar de las habladurías generadas por parte de algunos medios en torno a la posibilidad de que parte del elenco estuviera siendo pagado con drogas o que dos de los actores principales fueran arrestados por distintos hechos delictivos durante el rodaje. Curiosamente en Francia y Alemania Occidental estuvo prohibida al considerarse que glorificaba la violencia y la cultura de las drogas, aunque posteriormente, sin embargo, fue admitida con clasificaciones restrictivas en ambos países. Polémicas antiguas aparte, la presentación de este crudo retrato generacional servirá también de homenaje a su inolvidable autor, Carlos Saura, justo cuando se cumple un año de su fallecimiento a los noventa y un años a causa de una insuficiencia respiratoria, ocurrido el día antes de recibir el Goya de Honor en el marco de la pasada celebración de los premios en Sevilla.
El universo narrativo de la historia era sencillo, puro, sin artificio alguno y estaba salpicado del costumbrismo edificado en los límites tan típico del género: Pablo, "El Meca" y "El Sebas" son tres amigos asentados en la zona más suburbial de Madrid que se dedican a robar coches y a atracar bancos para poder escapar de la realidad en la que viven. El dinero, la tristeza, el placer, el amor, el miedo, la desesperanza, la inconsciencia, el cuerpo. Aquí todo va rápido. El primero de ellos se enamora de Ángela, una camarera de bar con la que comienza una relación. "Yo no me explico cómo un tío como tú está asín por esa piba. Por lo menos dile algo coño", le espeta uno de los de la banda a Pablo antes de levantarse dirección al clásico jukebox del bar y poner la bellísima sintonía de una canción de Lole y Manuel que sirve para vertebrar sonoramente el surgimiento del romance.
"Erase una vez, un mariposa blanca que era la reina de todas las mariposas del alba. Se posaba en los jardines, entre las flores más bellas, y le susurraba historias al clavel y a la violeta", cantaba la dupla gitana. Movida por un impulso de libertad y de búsqueda, pero también de pasión, Ángela se termina uniendo al grupo y participa activamente en los golpes para dejar atrás el ambiente marginal en el que igual que sus compañeros de tropelías vive sumida. Entre el abrazo experimental de la ficción y la estructura más documental, Carlos Saura transcribió en la cinta los relatos de aquella juventud perdida de los descampados y las jeringuillas que, absorbida por la espiral de violencia y drogadicción a la que la falta de recursos les empujaba de manera incesante, intentaba sobreponerse -de la manera más compleja y empantanada posible- en la silueta periférica de una España quebrada.
Tras la poesía visual intercalada de "Elisa, vida mía", la demoledora crítica a la aristocracia española del franquismo manifestada en "Ana y los lobos" o el feroz tratamiento de la memoria presente en uno de los trabajos más inmortales del cineasta como "Cría cuervos", el estreno de "Deprisa, deprisa" ejemplificó en la década de los ochenta el cambió de registro momentáneo al que estaba siendo sometida la obra de Saura. Una vez aparcado el cariz reflexivo, intelectualizado y marcadamente plural con el que trataba de diseccionar las consecuencias de la guerra civil y el franquismo, el de Huesca volvió al cine popular queriendo imitar la carcasa estética de ese tipo de cine capitaneado por Eloy de la Iglesia o Antonio de la Loma, que trataba problemas contemporáneos ocurridos en los bordes como la marginación juvenil o la exclusión social de potenciales delincuentes y en ocasiones ejercía un señalamiento político y social de denuncia.
Para entonces, la visceralidad del conocido como cine quinqui -que en los últimos tiempos ha sido detonante de una inusitada nostalgia suscitando incluso algunas reivindicaciones pseudo intelectuales- había asaltado la cartelera del país con exitosos títulos repletos de violencia callejera, sexo, persecuciones y chutes de heroína. En este sentido, el realizador aragonés prefirió adentrarse en la cotidianidad de los bajos fondos y ofrecer un retrato lo más veraz posible sobre el fenómeno social para intentar capturar el nacimiento del desarraigo. A la verosimilitud de lo narrado contribuyó la inexperiencia del elenco, formado por actores no profesionales cuyas vidas, como tantas otras veces ocurría con este tipo de películas, se asemejaban a la de los delincuentes que interpretaban: José Antonio Valdelomar, que cobró 300.000 pesetas de la época por protagonizar la historia (Pablo), Jesús Arias (Meca) y José Mª Hervás (Sebas). Asimismo, cobró especial importancia el papel de Berta Socuéllamos Zarco (la joven encargada de dar vida a Ángela): repasando cronológicamente su construcción psicológica, los personajes femeninos apenas tenían peso en la trama de las cintas del cine quinqui; sin embargo, en el caso de la cinta de Saura, el protagonismo recayó de manera fulgurante en la figura libérrima de Ángela.
Con rigor y una cuidada estética, Saura construyó un romance que si bien no aguanta demasiado el paso del tiempo y los visionados posteriores, en su momento se alejó del "exploitation" al que acostumbraba el cine quinqui, siendo capaz de transmitir de igual manera la cruda verdad que se vivía en la periferia de las grandes ciudades. La mezcla de lirismo y objetividad convirtió a "Deprisa, deprisa" en una exitosa obra maestra dentro de ese género de navajeros, fue el mayor éxito del productor Elías Querejeta durante sus quince años de colaboración con Saura y marcó un punto de inflexión en la carrera del director, quien pasó del cine críptico al realismo.
Además, basándose en el póster original realizado en su día por el reconocido artista y diseñador Cruz Novillo, los miembros del proyecto "La Residencia", David Rodríguez Losada y Jorge Luengo, han elaborado un diseño alternativo de un nuevo cartel de la película a partir de una icónica escena de sus protagonistas ad hoc para el estreno mundial de la copia en 4K, así como un nuevo tráiler creado expresamente para el evento, el cual se lanzará en próximas fechas. Algo que ocurrirá rápido, muy rápido. Igual que la vida de Saura, igual que el amor, igual que la gloria.